
El miércoles último, en la sede de la Dirección Nacional Electoral (DINE), tuvo inicio un ciclo de charlas por el cual se busca analizar numerosos aspectos que hacen a la esfera pública. Durante el encuentro, Mark Jones y María Inés Tula compartieron con los invitados algunas reflexiones sobre el impacto que las leyes de cuotas y paridad de género tienen en la política.
Jones seí±aló que la Argentina ha perdido el lugar vanguardista alcanzado con la sanción de una normativa de cuotas única en el mundo, ya que otros países —entre ellos, varios latinoamericanos, como Bolivia; Costa Rica; Ecuador; Honduras y México—superaron tal hecho mediante la promoción de la paridad en las listas electorales. A nivel local, las mujeres representan sólo una tercera parte del total de legisladores que posee el Congreso.
Asimismo, el politólogo afirmó que la interacción entre las cuotas y el sistema electoral se encuentra marcada por elementos tales como: a) el tipo de listas; b) la existencia (o no) de penas utilizables a la hora de ser registrados incumplimientos legales; c) la magnitud del distrito electoral; d) la fórmula que domina el reparto de bancas; y e) el grado de fragmentación política.
Más tarde, Tula indicó que los mandatos de posición favorecen la efectiva puesta en práctica de las cuotas, al brindar a las mujeres lugares expectables. Aquí, ellos surgieron en diciembre de 2000, cuando el presidente De la Rúa reglamentó la norma aprobada nueve aí±os antes.
La académica también expresó que la paridad de género busca igualar a las personas, e incluso transformar los sistemas democráticos en estructuras verdaderamente incluyentes. Esto es posible gracias a los efectos cuantitativos y cualitativos que genera dicha medida de acción positiva.