Tucumán va hacia una provincialización de la elección

La polí­tica es volatil y más aún si se habla de aspectos electorales. Hace menos de un año habí­amos analizado que Tucumán parecí­a encaminarse a una especie de interna peronista abierta, entre el gobernador Juan Manzur y su antecesor José Alperovich, no obstante, diferentes circunstancias que buscaremos explicar han modificado ese escenario inicial y llevarlo a una cuasi provincialización de la elección.

Históricamente, Tucumán respondió al patrón de bipartidismo clasico de partidos nacionales, salvo el triunfo de Fuerza Republicana en 1995, radicales y sobre todo peronistas han gobernado la provincia y disputado sus espacios de poder.

De cara a las elecciones provinciales previstas para el 9 de junio, diversos factores han transformado el contexto y podrí­an conducir a una contienda donde tendrá más importancia la presencia territorial que una estructura de apoyo nacional.

Entre los frentes que se presentarán a disputar la gobernación se destacan El Frente Justicialista por Tucuman que promueve la reelección del gobernador Juan Manzur, Hacemos Tucumán que llevará a Jose Alperovich a intentar gobernar la provincia por cuarta vez, Vamos Tucuman que lidera la Senadora por Cambiemos Silvia Elí­as de Perez, Fuerza Republicana que impulsa a Ricardo Bussi y el Frente de Izquierda que llevara de candidato a Ariel Osatinsky.

La hipótesis de escenario de elección provincializada radica en que al margen de las pertenencias polí­ticas de los candidatos, ninguno basará su campaña apoyado en una estructura nacional.

Si bien Manzur es una de las caras de Alternativa Federal, el intento del PJ para llegar a una unidad en las elecciones nacionales, sus intenciones están claramente enfocadas en conseguir la reelección al cargo y su relación con el gobierno nacional en estos 4 años fue ambivalente, en tanto y en cuanto, no se presentó ni como un opositor aliado al gobierno pero tampoco como uno acérrimo. Por otro lado, por la actualidad del PJ a nivel nacional, no se prevee la presencia de figuras partidarias en una campaña que será claramente provincializada.

Por el lado de Alperovich, su estrategia de campaña será la de explotar su imagen personal con lo cual gobernó durante 12 años la provincia, si bien, desde el gobierno nacional buscan apuntarlo como Kirchnerista, dada su estrecha relación con el Frente por la Victoria durante sus mandatos, lo cierto es que no hay un armado que responda a la ex presidenta que lo apuntale como tal. Muestra clara de eso fue la dificultad a la hora de armar el espacio sin demasiada presencia de dirigentes de peso.

El caso de Silvia Elí­as de Perez resulta extraño, ya que si bien la Senadora pertenece a Cambiemos, el Frente que lidera no está integrado ni por la UCR ni por el PRO, ambos partidos intervenidos a nivel provincial. Tampoco eligió a un dirigente conocido del espacio para acompañarla en la formula(El vice gobernador será Jose Manuel Paz, es presidente de la Sociedad Rural de Tucuman y ex ministro de Alperovich) Lejos quedó la foto de los otros pretendientes a la candidatura(Jose Cano, Domingo Amaya y Alfonso Prat Gay junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Ricardo Bussi que en 1999 estuvo a menos de 1% de ser gobernador intentará nuevamente que Fuerza Republicana rompa el esquema de partidos tradicionales(Como en 1995 con su fundador Antonio Domingo Bussi llegó a la gobernación). Intentará basar sus esperanzas en el aparente crecimiento obtenido en las ultimas elecciones legislativas que lo dejaron a las puertas de ser diputado nacional y tratar de captar el descontento de los votantes no peronistas pero crí­ticos al gobierno de Cambiemos. Su presencia le puede cooptar votos a Silvia Elí­as de Perez y proporcionarle al gobierno nacional una derrota de una candidata que es del espacio pero que los papeles no lo representa. Finalmente, la izquierda aspira a sostener el % obtenido las ultimas elecciones legislativas y tratar de llegar a obtener alguna banca provincial, que sin embargo dado el complejo sistema denominado de acoples para la legislatura provincial y que merece otro análisis completo, le podrí­a ser dificil obtener ese cometido.

Planteadas así­ las alternativas queda observar que ocurrira estos meses de campaña y si finalmente se confirma una tendencia de provincialización de la elección.

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