San Miguel y la vigencia de los Barones del Conurbano

Joaquí­n-de-la-Torre-1024x653

Por Matí­as Fernando Peí±a Ayala.

El Municipio  de San Miguel es relativamente joven. En 1995 el ex partido de General Sarmiento, se dividió en varios municipios; San Miguel, Malvinas Argentina y José C. Paz.

El término Barones del Conurbano, se iba estableciendo con fuerza, desde mediados de la década de 1990, mientras el Gobernador Eduardo Duhalde, construí­a su poder polí­tico en la Pcia de Bs As, a través de una red  conocida como manzaneras, iba tejiendo sus lazos territoriales con los intendentes, financiándose con el Fondo de Reparación Histórica y los préstamos del Banco Mundial.

Los barones del conurbano, se caracterizaban por gobernar municipios con grandes concentraciones de pobreza, donde se le suma un aparato clientelar a través de los referentes locales, conocidos como punteros.
Un hecho, (entre otros tantos) contribuyó a la consolidación de este grupo polí­tico de intendentes fue que:
Hasta la Reforma de la Constitución de 1994 funcionó el sistema de Colegio Electoral para elegir el presidente y con este sistema la provincia de Buenos Aires, pese a tener el 40% de los votos, elegí­a sólo el 28% de los electores. La Reforma de 1994 potenció la importancia polí­tica de la provincia de Buenos Aires al establecerse el sistema de voto directo y distrito único para elegir la fórmula presidencial: con este sistema la provincia de Buenos Aires es el 38% del padrón electoral nacional y llega a ser el 40% de los votos efectivos.

Casi uno de cada cuatro votos del paí­s está en el Conurbano bonaerense, por lo cual éste juega un rol decisivo al momento de elegir el Presidente de la Nación y define la elección del gobernador

Los Barones del Conurbano, son los peones de un improbable tablero de ajedrez en la provincia más grande de la Argentina. Pero la construcción de la poderosa maquinaria electoral que forjó el duhaldismo y, luego, el hecho de ser el objeto en disputa del kirchnerismo, les dio a esos peones otro rol y una capacidad de movimiento más propia de los alfiles, con independencia para abrir el juego y, llegado el caso, para poner en jaque al rey. O para protegerlo y darle la victoria

Pero en el caso de San Miguel, no se dio tan lineal la construcción polí­tica del Intendente. Si bien, contaba con muchos de los aspectos para convertirse en un barón del conurbano, como podrí­an ser Curto (Tres de Febrero), Cariglino (Malvinas Argentinas) entre otros.

Sin perjuicio de que estos elementos antes mencionados, operen en la realidad concreta al momento de encarar una elección, el intendente de San Miguel, Dr. Joaquí­n de la Torre, se mantiene en el poder por el contenido de cercaní­as que estableció con los vecinos, por el arraigo local que tiene en sus vidas privadas, o porque supo leer las apetencias de los habitantes de la localidad o al menos convencerlos de ello.

El intendente de San Miguel, ha logrado lo que nadie, en el municipio antes (superando incluso al ex carapintada Aldo Rico, quien fuera dos veces intendente), yendo en cada elección con un armado electoral diferente

En las elecciones del aí±o 2007, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, decide impulsar la candidatura de Joaquí­n de la Torre para desplazar del palacio municipal al carapintada Aldo Rico. Decisión muy resistida por el kirchnerismo local (en especial la Campora) y sobre todo por las organizaciones sociales y partidos polí­ticos que acompaí±anaban el proceso iniciado en el 2003. Resistida, debido a que, De la Torre, mantení­a ví­nculos con los represores de la última dictadura militar, incluso en varios medios nacionales, hubo una solicitada pidiendo por la libertad de los acusados de delito de lesa humanidad, donde firmaba Joaquí­n de la Torre.

A pesar de ello, el kirchnerismo local, se encolumna detrás de la decisión presidencial y consolida el triunfo electoral de la Torre con el 28,11% de los votos a través de la lista Partido de la Victoria, derrotando al PJ, que encabezaba Aldo Rico, quien obtuvo el 25,67%.

El triunfo, de un joven intendente (45 aí±os al 2007), se explica, por que era una figura local muy arraigada desde el ámbito deportivo (su gestión en el Club Regatas de Bella Vista), una tradición polí­tica muy apegada a la historia de San Miguel, su estilo sencillo, lo cual lo acercaba en el imaginario social, al vecino de las zonas mas postergadas del Municipio, sumado a estar en el momento justo y el lugar indicado dentro del kirchnerismo.

En las elecciones que se desarrollaron en 2011, De la Torre, habí­a producido un cimbronazo polí­tico pocas horas antes de las elecciones, al anunciar su pase al espacio polí­tico de Sergio Massa.  Si bien, en las boletas, el figuraba dentro del FPV, públicamente dí­as antes de las elecciones anuncio que formarí­a parte del Grupo de los 8, junto a Massa.

Desde el kirchnerismo local, calculaban que esto seria contraproducente para su postulación, ya que la traición no seria bien vista por el votante de San Miguel, y que seria su despedida de la Intendencia.

Pero para sorpresa de los analistas polí­ticos, De la Torre, no solo gano, sino que además lo hizo por una amplia diferencia y obteniendo mayorí­a absoluta en el Concejo Deliberante. A través de la lista FPV obtuvo el 53,43% de los votos superando holgadamente al segundo en las elecciones, en este caso el Frente Popular con el 28,46 % de los votos.

Las explicaciones del triunfo (y que no le haya afectado su derrapar polí­tico), se pueden buscar en el fuerte impulso al comercio local, el desarrollo del negocio inmobiliario (a través de los edificios que empezaron a multiplicarse), ubicar al Municipio como la 5ta economí­a del sector comercial del paí­s, trabajando con los referentes de los barrios para llevar el municipio a los lugares mas lejanos, la ausencia de una oposición polí­tica unificada, las disputas al interior del FPV, le allanaron el camino rumbo al triunfo.

A su vez, también la gestión presentaba claro oscuros, en materia de rendición de cuentas, las casi nulas sesiones del Concejo Deliberante, sus ví­nculos con el Opus Dei y su pasado relacionado con los militares, así­ como problemas relacionados con la infraestructura, que perjudicaban a un sector de los habitantes de San Miguel.

Pero aun así­, a pesar de las falencias evidentes que presentaba su gestión, se le dio un voto de confianza desde el electorado local.

En su tercera presentación, para lograr renovar la jefatura municipal, recurrió a la estrategia del corte de boleta, aun en desmedro de su referente polí­tico, Sergio Massa. A cada domicilio, llego un kit armado, donde estaba la sección correspondiente al cargo municipal con la candidatura de la Torre, y luego, aparte, habí­a boletas de otros candidatos a presidente para combinar, a gusto del votante.

En las últimas PASO, De la Torre, obtuvo solo el 25,86% de los votos frente al 40,02% del FPV (sumatoria del total de las 4 listas que presentara el kirchnerismo local, donde el ganador de las PASO fuera, el Secretario de Obras Publicas de la Pcia de Bs As, Franco la Porta)

Frente a este panorama, y teniendo solo dos meses para llegar a las elecciones generales, desde el Municipio, redefinió su estrategia electoral, llevando la disputa por el voto, a los barrios, casa por casa.

Apuntando a los logros de las sucesivas gestiones, haciendo foco en la seguridad, cultura, deportes y salud, apelando al sentimiento de pertenencia colectivo a un municipio, y una estrategia de corte de boleta, despegándose de Sergio Massa, (las encuestas lo ubicaban tercero, lejos en las presidenciales).

Dicha estrategia, le dio un resultado positivo al Intendente de la Torre. No solo remonto la diferencia de 14,16% abajo en relación a las PASO, sino que además logro mantener la mayorí­a absoluta en el Concejo Deliberante hasta 2019. Obteniendo el 41,24% de los votos frente al 36,72% del FPV.

El porque del triunfo, no solo se debe a su cambio de eje en la campaí±a, sino se le suman los graves errores cometidos desde el FPV local, que tras las PASO, se mostro fragmentado, Baschetti del Peronismo Militante apoyado por la Campora, el Senador provincial Coll Areco, y el ex futbolista devenido en sciolista Chino Tapia, no se mostraron unidos y encolumnados detrás del Ing. Franco La Porta, ganador de las PASO dentro del FPV.

Estas divisiones internas del FPV, lograron que el Intendente De la Torre, lograra traccionar votos del kirchnerismo hacia su candidatura, sumado al corte de boleta, que le permitió sumar votos de aquellos indecisos o de aquellos no querí­an votar a UNA.

A diferencia de los clásicos Barones del Conurbano, que basaban su poder en el mantenimiento de un fuerte aparato clientelar, y de construir su poder polí­tico a través de practicas polí­ticas poco democráticas muchas veces, los nuevos Barones del Conurbano, se adaptan a los nuevos tiempos que corren, recurren a las nuevas tecnologí­as para influir sobre los más jóvenes, rediseí±an sus campaí±as en base a los resultados (y no se aferran a un esquema predefinido), construyen ideologí­a en base a un sentido de pertenencia, logrando identificar al vecino, el votante de cada elecciones, como parte fundante del proyecto polí­tico que lleva adelante el Intendente.

Por supuesto, que en esta nueva forma de hacer polí­tica, subyace siempre la idea de la democracia burguesa, de un ciudadano espectador, limitando su participación al acto eleccionario, no pone en primer plano los conflictos inherentes a los diferentes intereses de clase que se ponen en juego en la polí­tica de San Miguel.

Deja una respuesta

*