Morales: í¢â‚¬Å“La publicidad polí­tica nunca miente, sólo hay que saber mirarlaí¢â‚¬Â.

Rubén Morales, creador de la página Publicidad Polí­tica, comparó la publicidad de esta campaña con la legislativa del 2005 y resaltó el fuerte rol que tiene la televisión, y particularmente programas como Gran Cuñado en los electores. í¢â‚¬Å“Se están invirtiendo los roles, el imitador define el discurso del polí­ticoí¢â‚¬Â. Por Mariana Jourdan y Hugo Passarello Luna


Rubén Morales. Publicitario con más de 25 años de trabajo en publicidad polí­tica. Psicólogo Social. Docente en la Universidad del Salvador (USAL) de las materias Propaganda y Publicidad y Seminario de Comunicación Polí­tica. Creador de la web www.publicidadpolitica.com.ar.
1. í‚¿Qué similitudes y diferencias encuentra en los afiches en relación a la campaña del 2007 en cuanto a las imágenes, los slogans, las propuestas?
En principio, la del 2007 era una elección presidencial, si bien se renovaban parcialmente las cámaras, el eje estaba puesto en las figuras presidenciables. Tal vez la comparación más acertada serí­a con las campañas del 2005, puramente legislativas. En ese sentido advierto una simplificación del discurso que se traduce por pasar de la metáfora a la metonimia, del mensaje que aspiraba a ser conceptual al slogan totalmente desnudo de pensamiento polí­tico. Un ejemplo es Carrió que en el 2005 (desde el ARI por entonces) proponí­a un í¢â‚¬Å“Contrato Moralí¢â‚¬Â, eso no era filosofí­a pero al menos era un concepto publicitario y polí­tico, evocaba el contrato social de Rousseau y los derechos del hombre, Carrió proponí­a desde el discurso renovar el pacto con el pueblo, lo que también tení­a un velado significado bí­blico. Hoy el í¢â‚¬Å“Acuerdo cí­vico y socialí¢â‚¬Â (antes í¢â‚¬Å“Coalición cí­vicaí¢â‚¬Â) apela al voto con í¢â‚¬Å“el cambio seguroí¢â‚¬Â, slogan trillado si los hay, la palabra cambio fue usada en afiches por Menem, Duhalde, Obama, Laví­n en Chile, Cristina Kirchner… También el que los partidos hayan sido sustituidos por alianzas efí­meras que cambian de nombre en cada elección impide la pertenencia e identificación del votante.
2. Pensando en el escenario nacional í‚¿Cuáles, si los hay, son los principales mensajes en los afiches de esta campaña?
Despojados de ideologí­a, los temas se comprimen en el corto segmento que va desde el pragmatismo al sinsentido. Tí­tulos como í¢â‚¬Å“tienen ideasí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“nosotros hacemosí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“por más trabajoí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“buscando otro caminoí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“se plantaí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“tengo un planí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“el cambio seguroí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“tenemos propuestasí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“siempre estamosí¢â‚¬Â, í¢â‚¬Å“no todo es lo mismoí¢â‚¬Â. Entretanto, un candidato levanta aplausos en los actos repitiendo í¢â‚¬Å“alica, alicateí¢â‚¬Â, y no es el único, todos los que tienen imitadores en Gran Cuñado se ven obligados a imitar a sus propios dobles a pedido del público, se están invirtiendo los roles, el imitador define el discurso del polí­tico. Incluso la gente ahora los conoce más a través de sus dobles, y hasta hay consultas sobre si Macri o De la Rúa participan de esta elección, ya que están en Gran Cuñado. í‚¿Qué reflexión puede hacerse? Ante tales evidencias la razón tiene poco margen de maniobra, el espí­ritu crí­tico pide bandera blanca y cualquier análisis discursivo o intelectual queda condenado a un estrepitoso fracaso.
3. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, muchos afiches apelaron a imágenes más que a palabras í‚¿A qué cree que se debe este cambio en relación a elecciones anteriores donde el uso de la palabra escrita era mayor?
El caso extremo son los afiches con apenas un nombre y una foto, y hasta aquel que sólo muestra la cara de una mujer y un triángulo, sin texto alguno que la acompañe. Por otra parte, se eligen legisladores, y por lo tanto abundan las fotos grupales. Salvo excepciones, en su mayorí­a fueron resueltas por la vieja y expeditiva técnica del fotomontaje, photoshop mediante. í‚¿Tendrá esto algún significado oculto sobre cómo se armaron las listas y qué rumbos tomarán sus integrantes a futuro? De modo rotundo reiteramos nuestro primer postulado básico: í¢â‚¬Å“La publicidad polí­tica nunca miente, sólo hay que saber mirarlaí¢â‚¬Â.
La escasez de conceptos polí­ticos en los mensajes no necesariamente se traduce en el pregonado triunfo de la imagen, en cambio hay una degradación del discurso sin que la imagen avance gran cosa. Esas fotos que muestran a un grupo de desconocidos integrantes de las listas sin escribirles sus respectivos nombres debajo, constituyen un doble despropósito: no ayudan al votante a decidir ni a los candidatos a posicionarse.
4. Dado la falta de fuerzas polí­ticas de alcance nacional, í‚¿Cómo se traduce esto en las campañas que se realizan en todas las provincias?
Históricamente, salvo excepciones que las hay y muy buenas, las campañas provinciales tienden a imitar la publicidad capitalina y muchas campañas provinciales salen í­ntegramente de las agencias de publicidad de Buenos Aires que centralizan la comunicación nacional del partido que las contrata. Los afiches llegan en fletes al lugar de destino y hasta van pegadores de Buenos Aires en los camiones, ya que en ciertos lugares del interior no suele haber empresas de ví­a pública capaces de dar respuesta a las pegatinas salvajes que caracterizan a la publicidad polí­tica, y que deberán ordenarse algún dí­a, en beneficio de todos, también de la polí­tica nacional.

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