Así­ quedará el Senado

El kirchnerismo perderá su mayorí­a calificada y estarí­a al borde de perder su quórum propio. La oposición, aunque dividida, se quedarí­a con 36 bancas. Por Pablo Winokur


Hagamos un mapa inicial. Según el mapa del Senado trazado el 10 de diciembre de 2007, cuando se ajustó la última composición, el oficialismo contaba con 41 senadores propios y ocho aliados. En total 49 votos que le permití­an tener su quórum propio y mayorí­a calificada, en caso de ser necesario.
Desde entonces hasta hoy, sin elecciones de por medio, algunas cosas cambiaron. El oficialismo perdió a tres de sus aliados: el santiagueño Emilio Rached, la correntina Dora Sánchez y el salteño Agustí­n Pérez Alsina. El rionegrino Pablo Verani quedó en una posición oscilante.
En las propias filas también hubo problemas. Los salteños Sonia Escudero y Juan Carlos Romero, quedaron en la vereda oposición, al igual que Carlos Reutemann y Roxana Latorre.
Este análisis se hace sin tomar en consideración las votaciones respecto al conflicto en el campo, sino las actitudes posteriores de los legisladores ante otras votaciones complicadas.
En ese marco de todaví­a mayorí­a se producirán las elecciones legislativas que harán que cambie un tercio de la composición del Senado. Y esto generará un nuevo mapa en esta Cámara.
Las provincias que esta vez renovarán son: Córdoba, Santa Fe, Mendoza, La Pampa, Chubut, Tucumán, Corrientes y Catamarca. En todas ellas el FpV pone en juego 13 bancas. í‚¿Cuántas perderá en el camino?
Las estimaciones previas indican que Córdoba no será favorable al oficialismo, pese a que no prosperó la alianza entre la UCR y Luis Juez. Y a esto hay que agregarle que probablemente la posición minoritaria quede para el ex defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, quien representa al peronismo local, pero de posturas enfrentadas al Gobierno nacional. Allí­ el oficialismo perderí­a entonces los dos escaños que pone en juego.
En Santa Fe, la cosa está un poco más peleada. En primer lugar porque, a diferencia de Córdoba, el candidato del PJ no tiene un perfil tan opositor: Carlos Reutemann se alejó del bloque del FpV a principio de año, pero es un hombre que í¢â‚¬â€œa diferencia de Mondino- siempre mostró posiciones cercanas al gobierno, excepto con el conflicto con el campo. Hoy la provincia es gobernada por Hermes Binner, un socialista de buena imagen. Sin embargo, en esta elección él no será candidato sino Rubén Giustiniani. Si la gente vota con sesgo partidario, el PS ganarí­a dos bancas y el PJ perderí­a una. Si vota en función de las figuras que se presentan, el PJ podrí­a retener la mayorí­a. í‚¿Pero volverá Reutemann al oficialismo cuando concluya la elección? Hoy todo indica que no. Con lo cual el oficialismo seguirá sin contar con las tres bancas de esa provincia.
En Mendoza todo indica que la reunificación radical í¢â‚¬â€œjunto a la buena imagen del vicepresidente Julio Cobos- surtirá efecto, Poco podrí­a hacer allí­ el oficialismo, dada la mala imagen que cosecha su gobernador, Celso Jaque. Las encuestas marcarí­an una imagen positiva para su gestión de entre el 13 y el 26%. El escenario es complicado para el oficialismo. Es otro distrito en que el FpV tiene dos bancas, de las cuales perderí­a una.
En Corrientes hoy el oficialismo cuenta dos senadores propios í¢â‚¬â€œFabián Rí­os, hoy candidato a gobernador- e Isabel Viudez. El (í‚¿ex?) radicalismo K tiene a Dora Sánchez, quien ha tenido algunas idas y venidas en su relación con el oficialismo. Aquí­ dependerá mucho de quién se quede en la gobernación de la provincia, pero todo indicarí­a que el radicalismo K se podrí­a quedar con las dos bancas mayoritarias. í‚¿Cómo jugarán a la hora de votar? En principio el gobernador, Arturo Colombi, juega con el cobismo, aunque sus hombres y mujeres han acompañado al gobierno en algunas votaciones posteriores. También sorprendió la incorporación de Nito Artaza como candidato a senador por el radicalismo tradicional. Todo indica que la oposición ganarí­a dos bancas y el oficialismo retendrí­a una.
En Catamarca habrá otro escenario complicado. Allí­, el Frente Cí­vico y Social seguirá manteniendo su hegemoní­a y probablemente mantenga las dos bancas que actualmente posee. Sin embargo, las dudas se suscitan por el lado del peronismo, que hoy encabeza Luis Barrionuevo. El dirigente gastronómico es un hombre del justicialismo anti-k. En caso de obtener la banca por la minorí­a no votarí­a en consonancia con el FpV. Habrá que ver si otra lí­nea del peronismo logra hacerle frente.
Otra incógnita es la provincia de La Pampa, que históricamente hegemonizó el justicialismo. Sin embargo, existe un alto malestar en la provincia luego del conflicto con el campo. Aquí­ también persisten las dudas respecto a si el oficialismo no podrí­a llegar a perder un escaño.
En el resto de los distritos, el FpV mantendrí­a su histórica ventaja. En Chubut, sostendrí­a sus dos senadores, mientras que la oposición sólo podrá retener la minorí­a. En Tucumán, también se impondrí­a el oficialismo, que ganarí­a una banca.
En este escenario, estas son las proyecciones: el FpV se quedarí­a con sólo 34 bancas y dos senadores aliados. La oposición llegarí­a a ostentar 36 bancas.
El gobierno necesitarí­a 48 votos para obtener una mayorí­a calificada, número que le estarí­a muy esquivo. Para tener el quórum propio (37 senadores sentados), también tendrí­a dificultades.
No obstante ello, el mapa de la oposición tampoco es sencillo. No es lo mismo la Coalición Cí­vica que el ARI Tierra del Fuego, que tiene una posición más cercana al Gobierno. El oficialismo podrá recurrir a ellos y otros aliados circunstanciales para forzar la aprobación de sus leyes.
Sea como fuera, con este escenario, se termina la mayorí­a automática del kirchnerismo en el Senado. El panorama a partir del 10 de diciembre, seguramente será distinto a lo que conocimos hasta ahora. Habrá que ver cuán distinto. Aunque para eso, todaví­a faltan varias semanas.

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