La transición

En este análisis de Adolfo Gutiérrez en Clarí­n se observan cuales serán las claves para la transición del gobierno de Néstor K a Cristina K.


Claves de la transición en el Parlamento
Alfredo Gutiérrez
Clarí­n
5 de noviembre 2007

El nuevo Congreso empezó a acomodarse entre polémicas de distinta intensidad. Tras la contundente victoria del kirchnerismoí¢â‚¬â€ que quedó a sólo 12 diputados de aprobar, si quisiera, una nueva reforma constitucional con los dos tercios de los votosí¢â‚¬â€, estos dí­as se cruzan operaciones polí­ticas y debates en uno y otro bando para ver quién queda mejor posicionado. Con miras al esquema de poder futuro, pero también hacia dentro de su propia fuerza.
1Lí­nea sucesoria. La presidencia de Diputados es una de las disputas centrales, porque ésa es también la silla del segundo en la lí­nea sucesoria presidencial. El primer reemplazante de la presidenta, en caso de ausencia, es el vicepresidente Julio Cobos. Le sigue, según la ley de Acefalí­a, el presidente de Diputados.
Pero ese cargo no está definido, a diferencia de lo que ocurrió en 2005 cuando mucho antes del comicio se sabí­a que la silla estaba reservada para Alberto Balestrini. Ahora Balestrini será vice de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires y el lugar queda vacante.
Se suponí­a que el «número puesto» serí­a Felipe Solá, actual gobernador bonaerense que encabezó la lista en la provincia. Porque es una tradición que el titular de Diputados salga de ese territorio, el más poblado del paí­s. Pero cada vez son más los que dudan de que Felipe sea el elegido, y hasta hay quienes dicen que tal vez ni asuma como diputado porque puede ser embajador o ministro.
Entonces abren el juego. Candidatos no faltan: el bonaerense José Marí­a Dí­az Bancalari, el actual jefe del bloque «K» Agustí­n Rossi, el gobernador santafesino Jorge Obeid, y hasta el jujeño Eduardo Fellner, lo que romperí­a del todo con la tradición.
Todos coinciden solo en una cosa: quien decidirá es la presidenta Cristina Kirchner y no el voto de los diputados. Eso también es una tradición.
2La segunda fuerza. Hay un debate al interior de la Coalición Cí­vica acerca de ir todos a un mismo bloque o formar bancadas separadas. Si fueran juntos el ARI, los socialistas y Unión por Todos de Patricia Bullrich, formarí­an un grupo más numeroso que el de la UCR y podrí­an quedarse con varios centros de poder parlamentario: la vicepresidencia segunda, varias comisiones y hasta un auditor general de la Auditorí­a General de la Nación, que este año se renueva.
Sin embargo, el socialismo ya marcó algunas diferencias. Y algunos legisladores del ARI dicen que no podrí­an mezclarse con otros integrantes de la fuerza que armó Elisa Carrió. Es muy posible que hagan rancho aparte. Y que los cargos queden de nuevo para la UCR.
3Radicales sin calma. El radicalismo perdió varios legisladores y está a punto de dejar de ser la segunda fuerza en Diputados. Hay pases de facturas y discusiones, y hasta se habla de cómo se integrará la nueva conducción partidaria.
Algunos buscan recomponer con los «radicales K» que se asociaron al kirchnerismo, y otros í¢â‚¬â€que los llaman con hiriente ironí­a «radicales cash»í¢â‚¬â€ prefieren que se vayan de una vez para recuperar su partido. Varios entraron por listas oficialistas, y aun no se sabe a qué bloque irán a parar.
4Vacantes en el Senado. El oficialismo goza una tranquila hegemoní­a, pero tendrá un par de lugares vací­os difí­ciles de cubrir. Son las estratégicas comisiones de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto, que dejarán Cristina Kirchner y el gobernador electo de Chaco, Jorge Capitanich. Aun no hay nombres en disputa para llenar esas vacantes.
La fecha lí­mite (o «dead line», como le llamó en inglés un vocero) es el 5 de diciembre, cuando se realicen las sesiones preparatorias en las que se votan autoridades de las cámaras. Ese dí­a estarán resueltas, al menos, algunas de las polémicas.