El voto femenino

í‚¿Influyen los hombres en el voto de las mujeres? Página 12 publica hoy un artí­culo sobre el voto de la mujer y sus caracterí­sticas en base a un estudio del IOPPS.


LA INFLUENCIA MASCULINA EN LOS CUARTOS OSCUROS
El voto femenino
Una encuesta revela que siete de cada diez mujeres del paí­s deciden su voto en forma autónoma o, si se quiere, tres de cada diez votan de acuerdo con lo que dispone un hombre. Para algunos, un avance. Otros todaví­a se indignan.
Página 12
Por Alejandra Dandan
La escena tiene algunos años. Sucedió en 1995, durante un trabajo de campo en la provincia de Corrientes. Una de las consultoras más reconocidas del paí­s le preguntó a una mujer del pueblo sobre su voto, si sabí­a o í¢â‚¬Å“pensabaí¢â‚¬Â a quién iba a votar. La sorpresa se la llevó con la respuesta. La mujer dio vuelta la cara, y buscó al marido:
í¢â‚¬â€œí‚¡Viejo! í¢â‚¬â€œexclamóí¢â‚¬â€œ. í‚¿Yo pienso?
A muchos años de aquello, un estudio del Instituto de Opinión Pública y Proyectos Sociales (IOPPS) apenas terminado indaga acerca de la continuidad o ruptura con aquel mandato. De acuerdo a las conclusiones, siete de cada diez mujeres del paí­s decide su voto en forma autónoma o, si se quiere, tres de cada diez vota de acuerdo a lo que dispone uno de los hombres de su casa. Polí­ticas, sociólogas y especialistas en género consultadas por Página/12 leyeron los resultados como un í¢â‚¬Å“gran avanceí¢â‚¬Â en la autonomí­a de la mujer.
La encuestadora IOPPS tomó 1200 casos de mujeres mayores de 18 años de todo el paí­s que conviven en hogares donde existe al menos la presencia de un varón en el rol de marido, padre, hermano o demás alternativas. El sondeo se hizo entre 2006 y 2007. Los encuestadores intentaron determinar cuáles pueden ser los factores de coyuntura o estructurales que se ponen en juego a la hora de decidir el voto. Entre ellos, tuvieron en cuenta la lógica del mandato paterno y su juego.
Los resultados poseen más de una lectura. Una primera impresión muestra la presencia de una sociedad de mujeres preponderantemente modernas. La mayor parte de ellas no tomó en cuenta el peso del sexo en las respuestas de análisis polí­ticos. Un 69,6 por ciento dijo que las mujeres y los varones saben í¢â‚¬Å“por igualí¢â‚¬Â de polí­tica; 66 por ciento aseguró que los temas polí­ticos son preferentemente conversaciones í¢â‚¬Å“por igualí¢â‚¬Â de varones y de mujeres y 74,4 por ciento dijo que prefiere í¢â‚¬Å“por igualí¢â‚¬Â a varones y mujeres como colaborador o militante en los partidos polí­ticos.
Los resultados más sorprendentes se refieren a la decisión del voto.
De acuerdo con las mediciones de IOPPS, en un 31,9 por ciento de los hogares donde viven mujeres y hombres la opinión del hombre para decidir a quién votar es decisiva o í¢â‚¬Å“muy importanteí¢â‚¬Â porque í¢â‚¬Å“él es el que más sabe de polí­ticaí¢â‚¬Â o í¢â‚¬Å“él está más informadoí¢â‚¬Â.
Las respuestas de ese 31,9 por ciento de mujeres se acentuaron cuando el encuestador preguntó concretamente si í¢â‚¬Å“usted le pregunta a su marido (padre, hermano, suegro, etc.) por quién es más conveniente votarí¢â‚¬Â. Un 24,5 por ciento aseguró que í¢â‚¬Å“Sí­í¢â‚¬Â y 6,1 por ciento explicó que í¢â‚¬Å“algunas vecesí¢â‚¬Â. Cuando esas mujeres llegan al cuarto oscuro la mayorí­a dice hacerle caso a lo que sugirió el varón. Los resultados varí­an de acuerdo al grado de instrucción. En un hogar con dos varones, la voz más escuchada a la hora del voto suele ser la del más instruido. Lo mismo sucede con las interpretaciones por estratos: los mandatos se observan en ricos y pobres.
í¢â‚¬Å“Cosa de machosí¢â‚¬Â
Antonio De Tommaso es director de IOPPS. En su hipótesis más extrema, considera que los datos de la encuesta son temibles en términos de democratización, de derechos ciudadanos y de institucionalidad para esta etapa del paí­s. í¢â‚¬Å“Que el 30 por ciento de las mujeres no decida su voto í¢â‚¬â€œexplicaí¢â‚¬â€œ significa que í‚¡3.000.000! de mujeres el próximo domingo 28 no van a decidir de forma individual y privadí­sima su propio voto. Habrá quienes hagan lo que el varón de su casa diga, por temor o porque sencillamente creen que la polí­tica es cosa de machos.í¢â‚¬Â
En el otro extremo están las mujeres que no piensan de la misma manera. Algunas especialistas en análisis de discurso polí­tico y estadistas valoran el estudio de IOPPS pero no coinciden con la mirada ni con la evaluación de la toma de datos.
Una de ellas es Diana Maffí­a, filósofa, legisladora recién electa por el ARI en la Ciudad de Buenos Aires y referente histórica del movimiento de mujeres. Ella anota como faltante de la muestra í¢â‚¬â€œy por lo tanto como un dato indicadorí¢â‚¬â€œ la pregunta sobre el voto de los hombres. í¢â‚¬Å“í‚¿Por qué nadie pregunta cómo vota un varón?í¢â‚¬Â, dice casi retóricamente. í¢â‚¬Å“Que ni siquiera se formule la pregunta ya es un signo de subordinación, de una determinada mirada que observa en función de esa primera idea preconcebida del voto dependienteí¢â‚¬Â. Según Maffí­a, cuando se discutió la Ley del voto femenino hace sesenta años lo que aparecí­a en los debates del Congreso eran los temores de los diputados porque se suponí­a que el voto de las mujeres no lo decí­an los maridos sino los curas. En ese sentido, ella cree que estos nuevos datos son un avance. Al principio, las mujeres solí­an sufragar igual que los varones. Un dato í¢â‚¬â€œexplicaí¢â‚¬â€œ que salí­a por la comparación de las mesas de varones y de mujeres. í¢â‚¬Å“Eso fue así­ hasta 1983, cuando el voto empezó a cambiar y la mujer empezó a autonomizarseí¢â‚¬Â, dice Maffí­a.
Virginia Franganillo es socióloga y fue una de las creadoras del Consejo Nacional de la Mujer. También considera los datos de la encuesta como un avance, pero no cree que el inicio del despegue del voto de la mujer se haya dado con el alfonsinismo, sino una década antes. í¢â‚¬Å“Creo que en los í¢â‚¬â„¢40 de forma temprana en relación al resto de Latinoamérica, el peronismo organizó polí­ticamente a las mujeres y eso fue un dato cultural muy fuerte que tuvo un impacto después. En los í¢â‚¬â„¢70, la participación de las mujeres en las organizaciones sociales y polí­ticas fue muy fuerte y estuvimos a la par de los hombres. Aunque no tenemos información como para compararlo, hay un dato que todos nosotros manejamos y es que en 1983 el padrón de afiliaciones de la UCR y del PJ eran 50 por ciento. Lo que pasó luego de la democracia es que se instaló la mujer como agenda pública y como parte del debate social y se dieron los procesos actuales que se están dando en todo el mundo.í¢â‚¬Â
La mitad más llena
Analí­a del Franco es la dueña de la imagen de Corrientes de 1995, del registro de aquella voz del í¢â‚¬Å“Viejo, í‚¿yo pienso?í¢â‚¬Â en la que todaví­a se queda pensando. Desde ese lugar, ella mira la encuesta de IOPPS ahora y dice: í¢â‚¬Å“Yo me quedo con el siete de cada diez, o el vaso más lleno que vací­oí¢â‚¬Â. Ella que es socióloga y una de especialistas polí­ticas en diseños de campaña, está convencida de que el universo de las votantes no es lo que era. Todaví­a nadie sabe si esos cambios son los responsables de que haya dos mujeres entre las favoritas para los próximos comicios o que la presencia de ellas haya generado los cambios. Lo que detectó es:
1. Mayor nivel de desinhibición entre las mujeres porque ahora responden en las encuestas y aunque no conozcan del tema actúan como los hombres: hacen de cuenta que saben.
2. En contra de lo que suponí­a, las mujeres votan por las mujeres.
í¢â‚¬Å“Antes, la mujer tendí­a a votar a los candidatos más conservadores o paternalistas porque buscaba seguridades. Para ganarse el voto femenino tení­an que hablar de la familia, de salarios y ahora no porque hay menos diferenciación. Si bien es cierto que ellas piensan más en sus hijos, como muchas tienen el rol de jefas de hogar están ubicadas en otro espacio. Ni hablar de Capital Federal. A Elisa Carrió la votan más las mujeres porque es más reactiva con los hombres. Y si bien hay un sector en los niveles medios y urbanos más crí­ticos con Cristina Kirchner, eso no tiene que ver con ser mujer, sino que son crí­ticos al oficialismo, y allí­ se juegan varias cosas. Ahí­ todo parece quedar en el juego de las crí­ticas por si se pinta o es simpática, pero en realidad es gente que no tiene ganas de votar al oficialismo.í¢â‚¬Â
Los numeros
En su opinión, í‚¿los varones saben más de polí­tica que las mujeres, a la inversa o por igual?
Saben más los varones
25,0
Saben más las mujeres
5,8
Los dos por igual
69,2
En su opinión, los temas polí­ticos í‚¿son preferentemente conversaciones de mujeres, de varones o de los dos por igual?
Más de varones
30,4
Más de mujeres
3,6
Los dos por igual
66,0
En los partidos polí­ticos, í‚¿a quiénes prefieren como colaborador o militante: a los varones, a las mujeres o a los dos por igual?
Más a los varones
18,0
Más a las mujeres
7,6
A los dos por igual
74,4
Concretamente…, usted le pregunta a su marido (padre, hermano, suegro, etc.) í‚¿por quién es más conveniente votar?
Sí­, siempre
24,5
Algunas veces
6,1
Nunca
69,4
Fuente: Fundación IOPPS Instituto de Opinión Pública y Proyectos Sociales. Dirección: Dr. Antonio De Tommaso.