í‚¿Argentina tendrá Debates Presidenciales?

debate-pcne1Hace unas semanas se ha instalado con fuerza en los medios de comunicación el tema de los debates presidenciales.

Tanto los referentes del oficialismo como los de la oposición, coincidieron en la necesidad de que los candidatos a la Presidencia de la Nación debatan sus ideas y proyectos, de cara a las próximas elecciones nacionales.

¿El Congreso sancionará la ley para su implementación?. ¿Verá la luz para la elección de Octubre?. ¿Cuáles son los objetivos que se persiguen con esta ley?.

La Oposición instala Agenda

El pasado 11 de mayo de 2015, en el Salón Azul del Senado de la Nación, la Diputada Nacional por SUMA+ECO, Carla Carrizo y la Senadora Nacional Norma Morandini por el FAP, convocaron a una jornada abierta, para proponer la sanción de una ley sobre debates presidenciales. Participaron del encuentro ochenta legisladores no oficialistas de distintos bloques, autoridades de la Cámara Nacional Electoral, Organizaciones no gubernamentales, profesionales y público en general, interesados en la temática.

Aunque el oficialismo no fue de la partida, luego de que el tema fue ganando minutos en los medios de comunicación, se expresaron a favor de sancionar una ley que establezca la obligatoriedad de los debates. El primero fue el Jefe de Gabinete, Aní­bal Fernández en sus habituales conferencias de prensa matutinas. También se manifestó a favor, la diputada Diana Conti, quien incluso dijo que el proyecto se podrí­a tratar en el recinto, para que la ley sea sancionada y se aplique luego de las PASO, o sea, ya con el escenario depurado por las Primarias, donde el debate se harí­a con los candidatos que están en carrera para los comicios de octubre.

Veremos cómo será abordado finalmente este tema, ya que a la fecha son varios los proyectos que duermen en algún cajón del Congreso. Nueve en total. Uno de ellos, data del aí±o 2003 y fue presentado, curiosamente, por el jefe del bloque de senadores del FPV de aquel entonces: Miguel Angel Pichetto. Su proyecto establecí­a la obligatoriedad del debate, sólo para aquellos candidatos a la Presidencia que accedieran al ballotage. Como sabemos, esa iniciativa nunca llegó a materializarse, al igual que el ballotage. Se bajó Menem y ganó Kirchner. El proyecto quedó trunco ó manco, como prefieran llamarlo.

Dí­gale NO a la Farandulizacion de la Polí­tica

Luego del paso por el programa de Marcelo Tinelli de tres de los candidatos a Presidente: Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, muchas voces se han manifestado a favor y en contra de esta decisión.

Los que están a favor, claramente, son los candidatos y sus llamados “equipos de trabajo”, que entienden que pasar por el programa de mayor audiencia de la televisión argentina, puede inclinar las preferencias del electorado, para un lado ó para el otro, sin importar incluso, si son ridiculizados durante algunos minutos en el prime time. Uno de ellos, el que viene más golpeado por la fuga de cerebros, le pidió al conductor que sea quien organice en su programa el debate presidencial, con un jurado de periodistas de renombre.

Si las encuestas no mejoran y si de llenar las urnas con boletas propias se trata, entonces ¿vamos por todo reload?.

Teniendo en cuenta que el 65% de los ciudadanos no definió aún su voto y que en la última década hemos perdido calidad institucional, ¿no deberí­amos subir la vara y encontrar un espacio más adecuado para tal fin?. Creemos que sí­.

Las voces en contra de esta llamada “farandulización” de la polí­tica, también son las de los candidatos, pero la de los candidatos que no fueron convocados. La Diputada Stolbizer y actual precandidata a la Presidencia por el frente “Progresistas” dijo al respecto: «(…) es un nuevo intento por imponer a unos y dejar a afuera a otros. Es la estrategia de invisibilizar a otros candidatos para favorecer a algunos, que no es solamente de Tinelli, pero que ayer fue obviamente muy grosera», sostuvo.

El Episcopado, a traves de Monseí±or Malfa, también expresó su disconformidad al respecto de la exposición de los candidatos. “Es penoso”, afirmaron y exigieron que los mismos le informen a la sociedad cuáles son sus proyectos en caso de resultar electos. Estas declaraciones están en sintoní­a con las de la propia Presidenta, quien también pidió terminar con las pantomimas y decir lo que van a hacer si son elegidos Presidentes.

Menem lo hizo!

Se acepta como un dogma que el que va ganando en las encuestas, no debate con el resto de los candidatos. En el aí±o 1989, Carlos Menem dejó la famosa «silla vací­a» en el programa de Bernardo Neustadt, no presentándose al debate con el candidato radical, Eduardo Angeloz. Esta actitud se verí­a luego, no lo perjudicó. Ganó con holgura la elección presidencial y también ganarí­a la siguiente.

Si lanzamos una mirada retrospectiva, desde que recuperamos la Democracia, ni Alfonsí­n, ni Menem, ni de la Rua, ni Kirchner ni Fernández de Kirchner han participado de debates con otros candidatos.

Si bien luego de la reforma electoral del aí±o 2009, se ha avanzado en cuanto a los espacios asignados en los medios de comunicación para que todos los candidatos puedan difundir sus propuestas durante el tiempo que dura la campaí±a electoral, la regla en la última década para el oficialismo, ha sido utilizar de modo recurrente la cadena nacional con fines proselitistas (ya sea a nivel nacional y/o provincial). A esta situación, se suma la creación de grupos de medios afines (sostenidos en muchos casos únicamente con fondos provenientes de la pauta oficial), que han producido sí­, una pluralidad de voces, pero todas ellas nos dicen lo mismo. De esta forma la competencia y la comunicación polí­tica, se tornan desigual.

Fin de Ciclo

Asistimos a la creación de frentes electorales, que carecen algunos de ellos de contenido programático. Es por esto que, aquellos que pretenden administrar lo público, deben comunicar sus proyectos y de qué forma los pondrán en práctica. Deben poder exponerles sus ideas al electorado y debatir con sus competidores. Y una vez elegidos, deben también facilitar y promover instancias de control de gestión en todos los niveles de la administración pública. Estas son cuestiones fundamentales que tenemos que incorporar y/o recuperar en la práctica democrática. Tenemos que pasar de una democracia joven a una democracia madura.

“¿Por qué los ciudadanos tienen la obligación de votar y los candidatos no tienen la obligación de informar?. Los derechos no se negocian, se exigen”, manifestó la Diputada Carrizo, una de las voces promotoras de la ley de debates presidenciales.

“Estamos intentando generar una instancia de rendición de cuentas de los candidatos”, sostuvo Hernán Charosky, actual coordinador de Argentina Debate, organización que confirmó hace unos dí­as, que el 4 de octubre será la fecha en la que los candidatos presidenciales se comprometieron para debatir en una universidad pública, con transmisión en vivo de todos los canales de TV y radios del paí­s. Esperamos que esta iniciativa se pueda concretar.

En Estados Unidos los debates son televisados y tienen niveles de audiencia altí­simos.

En la región por ejemplo, Uruguay y Brasil también debaten. Recordemos que Dilma Rousseff, luego de su participación en los debates con el candidato opositor Aecio Neves, pudo dar vuelta una elección muy reí±ida y lograr su segundo mandato.

No estamos afirmando que el debate fue determinante en el resultado, pero sí­ contribuyó para que el electorado brasileí±o viera a sus candidatos intercambiar ideas, discutir polí­ticas y que salieran de esa zona de confort que muchas veces brindan los micrófonos amigos.

Argentina deberí­a aprovechar este viento de cola en relación al tema e incorporar esta herramienta.

El debut del debate televisado, acordado para el 24 de Junio, entre los tres primeros candidatos para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, será una primera prueba de fuego para esta iniciativa, que puede convertirse en ley en los próximos meses.

A prima facie, la crí­tica que surge en torno a ese debate es que si la ley de primarias abiertas, simultaneas y obligatorias establece un piso de votos del 1,5% para poder competir en la elección general, no se deberí­an excluir del debate al resto de los candidatos, que también competirán en la Ciudad, el 5 de Julio.

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Ganamos Todos

“La calidad de la democracia la da la ciudadaní­a y nada la enriquece más que el debate público”, manifestó la senadora Morandini.

Poder contar con esta herramienta legal, hará que se ponga en pie de igualdad a los candidatos que cuentan con menos recursos, que son arbitrariamente invisibilizados tanto por los medios hegemónicos como por el discurso oficial.

Esperemos contar para el mes de octubre con una ley de debates presidenciales para TODOS los candidatos.

Ni uno menos.

 

Patricia De Vita

Politóloga-UBA

 

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