Dos conclusiones: Macri gana en la Ciudad y Cristina Kirchner será candidata a Presidente en julio

Las columnas polí­ticas dominicales han coincidido en anticipar el triunfo de Mauricio Macri en la Ciudad y en que probablemente el 9 de julio se anunciará que Cristina de Kirchner es la candidata presidencial oficialista. No hay coincidencias en que Julio Cobos sea su compañero de fórmula.

17 de Junio de 2007
Joaquí­n Morales Solá en el diario La Nación, de Ciudad de Buenos Aires:
«(…) í‚¿Será Mauricio Macri ese lí­der de los adversarios de Kirchner? Kirchner farfulla que sí­. No hace mucho debió darle la mano a Macri en un encuentro de circunstancia. El Presidente se la tendió con una sonrisa cómplice: ya nos encontraremos, pareció decirle sin decí­rselo. Cristina Kirchner prefirió, en cambio, saludarlo con la mano mientras miraba para otro lado. El es un polí­tico pragmático, a pesar de sus volcánicas apariencias; ella es una mujer temperamental, a pesar también de sus envolturas más intelectuales.
Kirchner y Macri comparten en la vida una sola coincidencia: los dos creen que el peronismo y el radicalismo están esperando que alguien se acuerde de enterrarlos. Los muertos deben ser sepultados, coinciden a la distancia. Hay otra convergencia, menos explí­cita. Lo sepa o no, Macri es un animal polí­tico que está seguro de que sólo atrapará el poder cuando logre batir a Kirchner. El Presidente intuye, a su vez, que en ese lí­der más joven que él -con ideas y discursos muy distintos de los de él- se podrí­a incubar su relevo polí­tico.
(…) Ha demostrado ya que cuenta con la porción indispensable de frialdad que requiere todo jefe polí­tico: se distanció de Blumberg no bien se enteró de que ostentaba un tí­tulo inexistente de ingeniero. Antes, también echó un continente de tierra entre él y el gobernador de Neuquén, Sobisch, cuando la policí­a neuquina mató a un maestro. La carrera hacia el poder no puede detenerse en inservibles compasiones.
(…) En medio de esa batalla ocurrirá octubre. No hay proyectos serios para unificar a la oposición. Sólo existe una propuesta de López Murphy para que los candidatos opositores no se mortifiquen entre ellos; el plan no contempla el acercamiento de nadie con nadie. (…) No hay sustancia en tales especulaciones, aunque los resultados del domingo que viene le podrí­an construir otra escenografí­a al teatro polí­tico.
La eventual aparición de ese liderazgo opositor en la Capital influirá también para confirmar la decisión ya tomada: será Cristina Kirchner la candidata presidencial que se anunciará a mediados de julio. Una constatación estremece a Kirchner: Macri no es un dirigente ajeno al peronismo o a lo que queda de ese partido. Hay bolsones del peronismo que lo sienten como propio. (…)
Si el candidato fuera Kirchner, y si ganara la reelección, se encontrarí­a con que habrí­a conquistado una derrota. El segundo y último mandato constitucional lo enfrentarí­a a un peronismo en la búsqueda inmediata de un nuevo jefe. (…)
Kirchner sabe que detrás de su reelección se esconderí­an proyectos de futuras conspiraciones. Su esposa, en cambio, tendrí­a la posibilidad de un nuevo mandato, mientras el actual Presidente sobrevolarí­a la posibilidad del regreso. Así­, el peronismo y su disciplina podrí­an ser sujetados con más eficacia. El único obstáculo no resuelto aún es el contrato de convivencia en el poder, que marido y esposa deberí­an elaborar más pronto que tarde.
Ese plan teórico comienza a deshilacharse cuando se observan los problemas que agitan a la sociedad. (…)»
Eugenio Paillet en La Nueva Provincia, de Bahí­a Blanca:
«Hay un mensaje interno que se va perfilando en el gobierno: la batalla por la capital federal es una causa perdida y más conviene, desde ahora, adelantar los tiempos de la campaña por las presidenciales de octubre. Entre otras razones, para empalidecer los colores de la victoria resonante hacia la que parece caminar sin querellas Mauricio Macri. Pero, al mismo tiempo, para evitarle a Néstor Kirchner un riesgo que nadie se animó a advertirle en aquellas primeras horas calientes de su desembarco a trompicones en la pelea local: que pueda sufrir daños polí­ticos mayores a los pensados.
(…) Lo que se palpa es una mayor preocupación que la habitual por salir a correr de la escena esa idea que se va instalando en la sociedad y reflejan algunas encuestas respecto, en primer lugar, de la caí­da de los í­ndices de imagen positiva de Kirchner y su mujer en la capital federal. El Presidente descendió hasta un 35% y Cristina apenas araña el 25. Pero también el plan busca contrarrestar una impresión que ha comenzado a prender: la presencia de una oposición que ha renacido y hasta se permite ilusionarse con presentar batalla en octubre, al calor de las derrotas de Kirchner en la capital y en Neuquén, como también de los yerros del pasado reciente en Santa Cruz. O de situaciones actuales, como la crisis energética, la inflación, la ola de inseguridad y el escándalo de corrupción por el caso Skanska o la lamentable y fallida guerra sucia en la campaña porteña.
(…) Suena hasta razonable ese reposicionamiento del gobierno frente a los hechos polí­ticos de hoy. Hace apenas un puñado de meses, cuando Kirchner conservaba toda la iniciativa y aporreaba rivales desde el centro de la escena, cualquier suposición sobre una segunda vuelta en octubre sonaba alocada. También parecí­a de otro paí­s hablar entonces de un triunfo ajustado de Kirchner o de su mujer en primera vuelta, como indican ahora varios sondeos encargados por propios y extraños. «Cometimos algunos errores y ahora todos se nos animan», reconocen con resignación operadores kirchneristas.
Por eso, en diálogos reservados con hombres del oficialismo, se admite ahora el interés repentino del Presidente y de su equipo por salir a instalar ya mismo el escenario de octubre. (…)
Tanto ha empezado a sobreactuar la idea de instalar ahora mismo la campaña por las presidenciales que Aní­bal Fernández salió a responder el viernes una pregunta sobre un supuesto que no existe: la eventual candidatura presidencial de Macri, sobre la que éste no ha dicho ni media palabra. (…)
(…) Se sabe que esta última semana hubo una cumbre en la Casa Rosada entre el Presidente y sus ministros y secretarios más cercanos, para analizar la situación en el peronismo en general y en el denominado «peronismo anti K» en particular. Por caso, se habló de la decisión del peronismo no kirchnerista de unirse detrás de una figura de consenso como candidato presidencial, que recaerí­a en el efí­mero ex presidente y senador misionero Ramón Puerta. También se analizaron los movimientos en el justicialismo bonaerense que nunca terminó de rendirse ante Kirchner. Y se habló del «resucitado» Eduardo Duhalde, como lo denominan algunos colaboradores del santacruceño.
(…) Hay muchas ideas dando vuelta o en elaboración: se buscará la forma de sacar el mayor rédito polí­tico posible del anuncio de la candidatura presidencial y del nombre del vice, que hoy por hoy no serí­a Julio Cobos. «Habrá mucho golpe de efecto, de impacto en la gente, grandes anuncios de impacto emocional», se confiesa un operador. Asegura que la cabeza de playa de esta estrategia será la «reargentinización» de YPF. Se vienen, además, programas de subsidios, asistencialismo y obra pública, todo con fondos del superávit fiscal, como no se ha conocido hasta ahora.»
Eduardo van der Kooy en Clarí­n, de Ciudad de Buenos Aires:
«Mauricio Macri será en diciembre el nuevo jefe porteño. Falta una semana para el ballottage, pero el Gobierno asumió que la tendencia es abrumadora e irreversible. Cristina Fernández sigue modelando por el mundo su candidatura presidencial que alumbrará el mes que viene. Su agenda internacional se carga: viajará en breve a Brasil y España.
í‚¿No modificará la consagración de Macri los planes oficiales? No hay indicio de que ello pueda ocurrir. í‚¿No preocupa a Néstor Kirchner la posibilidad de una unidad opositora en octubre? No le preocupa, quizá, porque la supone entre remota e imposible. (…)
(…) La capacidad de suministro energético de la Argentina ronda los 18 mil megas y no se modificará, en el mejor de los casos, hasta mediados del 2008. Para esa fecha ya habrá otro Presidente. Deberí­an entrar a funcionar dos centrales (San Martí­n y Belgrano) que aportarí­an otros mil megas al sistema. El tránsito, en medio de la crisis, no resulta sencillo. Esas centrales fueron diseñadas para funcionar con gas. Pero el gas también escasea. Por sugerencia del Gobierno serí­an adaptadas para funcionar con gasoil. El gasoil tampoco sobra. El campo se está quejando. Por otro lado, aumentarí­an los costos de construcción, de producción y habrí­a riesgo de demora.
Acechan otras incertidumbres que hace un par de meses no existí­an. Hace mucho que no llueve en las zonas cordilleranas de la Patagonia. Los embalses de cuatro represas, entre ellas la de El Chocón, están cerca de su nivel más bajo, como sucedió en 1998. Los ciclos de sequí­a se repiten, aproximadamente, cada década. Hay en juego alrededor de 4 mil megas que producen las centrales hidroeléctricas de esa zona. Lo contrario ocurre en el litoral, cuyos rí­os disponen de óptimo caudal de agua por los temporales que sacudieron hace meses a Brasil. Pero la producción energética de las hidroeléctricas sobre el Paraná y el Uruguay trepa sólo a 2 mil megas.
El frí­o intenso y una demanda que no deja de crecer por la actividad económica y el uso domiciliario í¢â‚¬â€una de las empresas distribuidoras registró de mayo a mayo siete récords históricos de consumoí¢â‚¬â€ fuerzan al sistema a funcionar al borde de su capacidad. Incluso se asumen riesgos de consecuencias imprevisibles. Las lí­neas de transmisión pueden transportar hasta 1.100 megas en forma constante, con un adicional de un 10%, durante no más de dos horas. En aquellos dí­as polares de abril transportaron hasta 1.300 megas el doble y hasta el triple del tiempo aconsejado. No salieron de circuito por casualidad. Debieron entrar en actividad viejas usinas de vapor de la década del 60 que hace cinco años estaban cubiertas con lonas y polvo.
Otro dilema para el Gobierno lo plantea el vecindario. Brasil colaboró durante la última emergencia. í‚¿Podrá colaborar si el frí­o invade también la región sur de su territorio? (…)
Chile observa la evolución del cuadro con angustia y resignación. (…) Pero han desaparecido, a diferencia de otras épocas, los resquemores polí­ticos. Kirchner se comprometió ante Michelle Bachelet, y cumplió en abril, a informar con margen cualquier interrupción. (…)
Chile ha comenzado a ejecutar obras para modificar su matriz energética tan dependiente de nuestro paí­s. Pero ese proceso durará no menos de cuatro años. Mientras tanto seguirá atado al gas argentino. Y ese gas es ahora insuficiente para satisfacer a todos. (..)
El Gobierno está analizando ahora mismo algunas alternativas. En Chile, por ejemplo, el costo de la electricidad se triplica en la franja de las siete de la tarde a las once de la noche. Suele coincidir con los picos de consumo. En esa misma banda horaria es cuando el sistema energético argentino acostumbra a funcionar al lí­mite si suceden los frí­os polares. (…)»