La estrategia de Lavagna es no presionar a Macri

Lavagna, a diferencia de Lopez Murphy, no le pone fecha para que Macri se decida. Apuesta a que su mayor intención de voto lo decida a Macri a apoyarlo como candidato a presidente.


Rumbo a octubre
Lavagna busca el aval de Macri y presenta su plan de gobierno
Anunciará los lineamientos de su gestión; hubo nuevos contactos con el macrismo
La Nación
Por Laura Serra
En mayo último lanzó su candidatura, luego presentó su compañero de fórmula -Gerardo Morales, titular de la UCR- y desde Tilcara, Jujuy, viajó a Ushuaia para instalarse como alternativa opositora. Ahora, Roberto Lavagna dará a conocer su plan de gobierno el jueves próximo.
El candidato por el partido Una Nación Avanzada (UNA) considera esta presentación fundamental para polarizar el escenario electoral con la candidata oficial, la senadora Cristina Fernández de Kirchner.
A diferencia del lanzamiento de su candidatura (que se desarrolló en un teatro con pantallas gigantes y papelitos de colores) éste será más discreto: se reducirá a una conferencia de prensa.
Allí­, el ex ministro de Economí­a de Néstor Kirchner dará a conocer las medidas que adoptarí­a en sus primeros 100 dí­as de gobierno, si resulta electo en los comicios del 28 de octubre próximo.
Además, avanzará en las distintas temáticas que lo preocupan, fundamentalmente economí­a -su tema predilecto-, la educación y la cuestión social.
El programa ha sido coordinado por Javier González Fraga, que, según pudo saber LA NACION, ocupará un lugar primordial en el futuro gabinete de Lavagna, de resultar electo.
En este plan de gobierno Lavagna hará especial hincapié en su caballito de batalla: la convocatoria a una «cruzada nacional contra la pobreza» y prometerá agilizar una ley de financiamiento de las pequeñas y medianas empresas, fundamental a su juicio para fomentar puestos de trabajo.
En materia institucional, Lavagna propondrá, en la presentación de su programa, la derogación de la ley de superpoderes y la modificación de la reforma del Consejo de la Magistratura.
En tanto, en materia educativa, propondrá la doble escolaridad primaria y secundaria, y el efectivo cumplimiento de la obligatoriedad de los 180 dí­as de clase.
En forma paralela a estas cuestiones formales de la campaña, los operadores de Lavagna trabajan, de manera subterránea, en sumar apoyos a la candidatura y pusieron su mira en Mauricio Macri, jefe de gobierno electo de la Capital y uno de los dirigentes de la oposición con mayor intención de voto según las encuestas.
La relación entre Lavagna y Macri siempre ha sido fluctuante aunque la constante ha sido siempre la frialdad. Incipientes contactos entre dirigentes de uno y otro sector comenzaron a entibiar esa relación.
Sin trabas
Lo novedoso de este asunto es que el radicalismo -principal aliado electoral de Lavagna- no pondrí­a reparos en un eventual acuerdo que, por ahora, se halla en estado embrionario.
«Sobre la base del plan y la fórmula el diálogo está abierto. La decisión de Macri de cumplir el compromiso con los vecinos de la Capital habla bien de él», sostuvo a LA NACION Gerardo Morales.
Los contactos entre macristas y lavagnistas son, por ahora, informales. Pero los operadores de Lavagna no cesan de enviarle a Macri señales claras de predisposición al diálogo; de hecho, anteayer, en su reclamo público al Gobierno por el traspaso de la policí­a a la Capital, el lí­der de Pro sentó a su lado a una de las principales espadas lavagnistas, Eduardo Camaño.
«Las potencialidades de los diálogos siempre están presentes», insiste Alejandro Rodrí­guez, asesor de Lavagna.
A diferencia de Ricardo López Murphy -socio de Macri en Pro-, Lavagna no quiere presionar al jefe de gobierno electo para que tome una decisión.
«Nosotros respetamos profundamente esta etapa de reflexión que se impuso Mauricio Macri respecto de cuál será su decisión en el nivel nacional. Nosotros no nos vamos a inmiscuir», enfatizó otro de los operadores lavagnistas, Alberto Coto.
Más allá de esta profesión de respeto y de paciencia, los lavagnistas son optimistas. Analizan que Macri, de apostar a un candidato en el nivel nacional, no lo hará por López Murphy, por su baja intención de voto -dicen los lavagnistas-; en cambio, apostarí­a al candidato con mayores posibilidades de polarizar la elección con el oficialismo.
«Macri tiene que, de alguna manera, preservar la estructura legislativa que tiene en el Congreso. No puede permanecer ausente», se esperanzan.
Sin embargo, fuentes del macrismo les bajaron el tono a estas especulaciones. «No descartamos a Lavagna, pero tampoco la posibilidad de no apoyar a ningún candidato», confió un allegado al jefe de gobierno porteño electo en junio último.

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LA PELEA ELECTORAL : ENTREVISTA CON EL CANDIDATO PRESIDENCIAL
Lavagna dice que el diálogo con Macri «está abierto» y no descarta un acuerdo
Dijo que «si las circunstancias se dan» todaví­a habrí­a posibilidades de obtener su respaldo para octubre. Y afirmó que «las condiciones son más claras» que cuando se frustraron las negociaciones de fines de 2006.
Clarí­n
Mariano Thieberger
mthieberger@clarin.com
Roberto Lavagna mide cada palabra. Parece tener toda la intención de querer hacerle saber a Mauricio Macri que quiere tener su respaldo para la elección de octubre, pero se cuida de no decirlo con todas las letras. «Si yo le digo que no lo descarto, van a decir que lo estoy buscando. Si yo le digo que no lo estoy buscando, va a aparecer un conflicto», respondió ayer cuando Clarí­n le preguntó precisamente si no descartaba un acuerdo con el jefe de gobierno electo.
Un dí­a después de que este diario revelara la decisión de Lavagna de tratar de obtener el respaldo del lí­der de PRO, el ex ministro reconoció que con Macri «el diálogo está abierto». Y agregó: «Yo hice un llamamiento a las fuerzas sociales y polí­ticas que quieran trabajar en torno a un proyecto y una visión de paí­s».
-í‚¿Pero cree que todaví­a es posible un acuerdo con Macri?
-Si las circunstancias se dan… No he tenido ninguna reunión con Macri. Si me pregunta si la podrí­a tener le digo que sí­, yo dialogo con todo el mundo.
-í‚¿Qué incidencia cree que va a tener Macri en octubre?
-Ninguno de los que ejercemos algún tipo de liderazgo polí­tico tenemos capacidad de orientar masivamente a los electores. El ciudadano ha tomado el poder. La opinión de un lí­der polí­tico que viene de ganar una elección importante como Macri algún efecto tendrá, pero no masivo.
-La expectativa está puesta en Macri porque todaví­a no dijo a qué candidato piensa apoyar
-Y hay que darle el espacio y el tiempo para que decida libremente. No hay que empujarlo o pedirle, hay que dejar que, cuando él crea, tome su decisión como cada uno tomó la suya.
-í‚¿Y por qué cree que Macri podrí­a decidir apoyarlo a usted y no a López Murphy?
-Bueno, habrí­a que preguntárselo a él, yo no me lo he planteado. A lo mejor termina apoyando a López Murphy, no lo sé. Eso no altera el rumbo de lo que estamos haciendo, el 9 voy a presentar un programa de gobierno.
-í‚¿Cree que el menú de candidatos aún no está definido?
-En la última semana hubo casi una orgí­a de candidatos, la lista era infinita: desde la supuesta candidatura de Macri o Gabriela Michetti, hasta los dos Rodrí­guez Saá, Sobisch, Menem, Alfonsí­n, Duhalde, Scioli… No fue por generación espontánea, muy probablemente surgió desde la «pink house» para generar cierta confusión en la población.
-í‚¿No le parece que eso ocurre porque los candidatos que están en carrera no generan el interés suficiente?
-Al revés, sucede porque hay un candidato y un espacio, el nuestro, que le preocupa al Gobierno e intenta evitar la polarización. Infla artificialmente muñecos para generar más confusión. Si estuvieran seguros no lo harí­an.
-í‚¿Piensa que tiene posibilidades de vencer a Cristina Kirchner?
-En 2005, en su mejor momento y con 80 por ciento de popularidad, el Gobierno sacó el 38 por ciento de los votos, lo que habilita automáticamente la segunda vuelta. Hoy bajó por lo menos 30 puntos de popularidad…
-En la Provincia, el macrismo, el PJ disidente y De Narváez avanzan hacia un acuerdo, í‚¿podrí­a incluir también a su espacio?
-Nosotros podemos llegar a tener una fórmula adicional a las dos que ya tenemos, pero descarto una fórmula que reemplace a las que ya están.
-Pero en ese caso el único que se beneficiarí­a serí­a usted
-A lo mejor llegan a esa conclusión y deciden hacer otra cosa, yo no puedo hacer nada.
-Los que lo critican dicen que la dificultad de un acuerdo se debe a su vanidad, í‚¿qué dice?
-Yo soy coherente. Y creo que la coherencia es lo que, en general, ha estado faltando en la polí­tica argentina, por eso la borocotización permanente. A lo mejor tratan de esconderse de su incoherencia poniéndole el sayo a otro.
-í‚¿Por qué no avanzó el acuerdo con Macri a fines de 2006?
-Historia antigua. A veces las circunstancias no se dan, a uno le hacen jugar el papel de malo de la pelí­cula… Hoy eso no tiene ninguna relevancia, tenemos que mirar hacia adelante y ver si somos capaces de tener una visión de futuro de paí­s común.
-í‚¿Y le parece que las circunstancias cambiaron?
-En ese momento yo no habí­a definido mi candidatura presidencial y Macri no habí­a decidido por qué iba a ir. Hoy hay una serie de datos que no estaban en ese momento.
-í‚¿Entonces dice que las condiciones para un acuerdo son más favorables?
-Las cosas van decantando, las condiciones son más claras.
-í‚¿No se arrepiente de no haber apoyado a Macri de forma más contundente?
-No, dije que los candidatos eran Telerman y Macri y expliqué por qué. El apoyo fue contundente en la segunda vuelta. Alguna influencia eso habrá tenido, pero insisto en que nadie le da hoy instrucciones a los electores.
-La UCR siempre mostró resistencia hacia Macri, í‚¿eso cambió?
-Me parece que tiene que ver con el año pasado. No me parece que eso ocurra hoy.

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Lavagna inició el «operativo seducción» a Mauricio Macri
El ex ministro de Economí­a y candidato a presidente aseguró que el diálogo con el lí­der del PRO «esta abierto» y «las condiciones son más claras» para lograr su respaldo en las elecciones de octubre
Infobae
El economista se mostró optimista sobre la posibilidad de formalizar un acuerdo con el electo jefe de Gobierno porteño para aunar fuerzas en las elecciones a Presidente.
«Si yo le digo que no lo descarto, van a decir que lo estoy buscando. Si yo le digo que no lo estoy buscando, va a aparecer un conflicto -opinó-. «Yo hice un llamamiento a las fuerzas sociales y polí­ticas que quieran trabajar en torno a un proyecto y una visión de paí­s».
í¢â‚¬Å“Si las circunstancias se dan… No he tenido ninguna reunión con Macri. Si me pregunta si la podrí­a tener le digo que sí­, yo dialogo con todo el mundoí¢â‚¬Â, comentó al diario Clarí­n.
El ex ministro cree que la opinión de Macri tendrá í¢â‚¬Å“algún efectoí¢â‚¬Â aunque este no sea masivo.
í¢â‚¬Å“Ninguno de los que ejercemos algún tipo de liderazgo polí­tico tenemos capacidad de orientar masivamente a los electores. El ciudadano ha tomado el poder. La opinión de un lí­der polí­tico que viene de ganar una elección importante como Macri algún efecto tendrá, pero no masivoí¢â‚¬Â, detalló.
Aunque el lí­der del Pro todaví­a no manifestó su apoyo por ninguna de las fuerzas polí­ticas que participarán de las elecciones por la Presidencia, Lavagna prefirió no apurarlo en su decisión.
Pese a que a fines de 2006 Lavagna no alcanzó un acuerdo con Macri, el economista aseguró que í¢â‚¬Å“las cosas van decantando, las condiciones son más clarasí¢â‚¬Â.
í¢â‚¬Å“Y hay que darle el espacio y el tiempo para que decida libremente. No hay que empujarlo o pedirle, hay que dejar que, cuando él crea, tome su decisión como cada uno tomó la suyaí¢â‚¬Â, opinó.
Consultado sobre sus posibilidades para vencer a la candidata del Frente para la Victoria, la primera dama Cristina Fernández, el economista dijo que í¢â‚¬Å“en 2005, en su mejor momento y con 80 por ciento de popularidad, el Gobierno sacó el 38 por ciento de los votos, lo que habilita automáticamente la segunda vuelta. Hoy bajó por lo menos 30 puntos de popularidad…í¢â‚¬Â.