La mesa, engalanada con calamares y salmón, tenía tres cartelitos que marcaban el lugar de sus ocupantes: Ricardo López Murphy, Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti. El primer comentario en la cena í¢â‚¬â€œde la que el Bulldog era anfitrióní¢â‚¬â€œ era si se presentarían las dos principales espadas del macrismo. Los dos aparecieron; pero, claro, ninguno trajo el apoyo del jefe Mauricio Macri, quien antes de viajar a México le pidió que se baje. En respuesta, López Murphy se comparó con el almirante Guillermo Brown: í¢â‚¬Å“En lo peor de la batalla, se ató al mástil para que nadie se rindiera. Corre en mí esa sangre… í‚¡Del que no se retira nunca!í¢â‚¬Â. Pero el futuro jefe de Gabinete porteño no podía escucharlo: Horacio Rodríguez Larreta se había ido, poco antes de que empezara a hablar.
Página 12
10 de Agosto de 2007
Por Werner Pertot
Para su cena de recaudación de fondos, el candidato eligió el tradicional Sheraton de Retiro, que se llenó con la críªme de la críªme del bulldoguismo, con trajes y tapados por demás, al que se sumaron algunas figuras inesperadas, como la modelo Mariana Arias. El precio del plato era de mil pesos por persona, comentaba feliz el tesorero de Recrear.
Las miradas se concentraron sobre la mesa central, en la que se esperaba la presencia de la vicejefa electa y el futuro jefe de Gabinete de Macri. Michetti no se hizo esperar: llegó temprano, pasó por un extenso besamanos y también incursionó en una charla con López Murphy, quien la miraba ensimismado. Rodríguez Larreta entró poco después y se retiró tras escasos minutos. Pero, lo que se dice cumplir, cumplió.
Mientras los comensales disfrutaban la entrada con frutos de mar, gazpacho y ensalada verde con blanco de ave, agradecieron la presencia de los dirigentes macristas, con un dejo de alivio. Un fondo amarillo con el logo de PRO y Recrear se esperanzaba en que la coalición no se rompa. El probable vice de López Murphy (en caso de que eso tan temido ocurra), Esteban Bullrich, ensayó un discurso reflexivo. í¢â‚¬Å“Creo que no los voy a defraudarí¢â‚¬Â, dijo, en un paso en falso, mientras se generaban murmullos entre los bulldoguistas. í¢â‚¬Å“Bueno, me lo llevé de los í¢â‚¬â„¢90í¢â‚¬Â, bromeó al darse cuenta de la frase. Se definió como un integrante de las nuevas generaciones í¢â‚¬â€œtiene 38 añosí¢â‚¬â€œ y planteó que se debía hablar í¢â‚¬Å“de los derechos humanos de los que se mueren de hambreí¢â‚¬Â.
í¢â‚¬Å“Bullrich nos mandó a la jubilación a los mayores. í‚¡Hay que tener menos de 40 años! í‚¡Estamos fuera!í¢â‚¬Â, empezó López Murphy, mientras arrancaba algunas risas. Tampoco compartió la política de derechos humanos: í¢â‚¬Å“Nos impusieron la revancha y volvieron a épocas superadasí¢â‚¬Â, criticó.
Con cierta teatralidad, leyó el artículo 14 bis de la Constitución y pidió que lo í¢â‚¬Å“contrasten con la bolsa de Miceli, con el nepotismo de Picolotti, con la ineptitud de Garré y con el avión de los 800 mil dólaresí¢â‚¬Â. Por eso dijo que veía en octubre una í¢â‚¬Å“gran amenazaí¢â‚¬Â.
í¢â‚¬Å“Los poderes de la República han sido capturados por quienes no sirven a la patria. Nos dominaron con ejércitos callejeros, que impusieron un orden anárquico, con violencia, con palos y capuchas, mientras ellos se instalaban en los despachosí¢â‚¬Â, se espantó. Como contrapartida, propuso un programa de trabajo que justificó con la idea de que í¢â‚¬Å“para que no haya desorden necesitamos que haya muchos que tengan algo para perderí¢â‚¬Â. Y pidió í¢â‚¬Å“respeto por la propiedad privadaí¢â‚¬Â. La de Recrear fue inusualmente respetada: recaudó cerca de 400 mil pesos.