Comienza en San Luis un congreso con Puerta, Menem y Rodríguez Saá
6 de Julio de 2007
POTRERO DE LOS FUNES, San Luis.- Los dirigentes peronistas enfrentados con el gobierno de Néstor Kirchner sienten que volvieron a hacer política, a «rosquear», y eso los pone felices y sonrientes. Procurarán hoy reunir a más de 200 congresistas del PJ no kirchnerista para convocar a otro congreso partidario similar dentro de 30 días, en el cual se consagraría a un candidato presidencial «anti-K», que, según se prevé, sería Ramón Puerta.
Esa es la síntesis de lo que ocurriría aquí, a 18 kilómetros de San Luis. «Tiene que haber dos peronismos dentro de un mes. Las elecciones del 28 de octubre serán una gran elección interna del PJ, entre Cristina Kirchner y nosotros», dijo a LA NACION un operador central de esta movida.
La apuesta es absorberle un 20% de los votos peronistas a la primera dama para que no llegue al 40% y deba competir en un ballottage. «Queremos un candidato con marchita y símbolos del PJ», dijo un asistente.
En el paradisíaco hotel Potrero de los Funes harán de anfitriones el senador Adolfo Rodríguez Saá y su hermano, el gobernador Alberto Rodríguez Saá. Puerta llegará hoy en automóvil. También se espera a Carlos Menem, Eduardo Menem y Alberto Kohan. En la foto de hoy estarán, además, Jorge Matzkin, Miguel Angel Toma, Julio César Aráoz y Héctor Maya, entre otros dirigentes nacionales.
Ayer llegaron algunos extrapartidarios: el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, y el titular de la Ucedé, Jorge Pereyra de Olazábal, futuros aliados. También habrá presencias simbólicas de la oposición: el ex kirchnerista Eduardo Arnold y el líder del Paufe, Luis Patti.
Roberto Lavagna, candidato presidencial, no vendrá (como se informa por separado), pero envió como representantes a Marina Cassese, Teresa de Solá y Alejandro Rodríguez.
La estrategia
Según la hoja de ruta que se elaboraba anoche en la residencia de Alberto Rodríguez Saá, hoy se apuntará a reunir a 200 congresistas para dejar constituido el congreso partidario con un tercio de sus miembros. Se nombraría una mesa de conducción, una comisión de acción política (CAP), una de reorganización del partido y un tribunal de disciplina.
La CAP tendría la misión de designar al candidato presidencial tras un debate colectivo y el tribunal sancionaría a Kirchner por «abandonar» la sigla. Procuran incomodar al Presidente. Reclamarán desde un cuerpo orgánico elecciones internas, con miras al 28 de octubre. Algunos dicen contar con el guiño de la jueza electoral María Servini de Cubría para avanzar, pero siempre que logren hoy el quórum que marca la carta orgánica.
El operativo buscaría, en rigor, dejar de manifiesto que Kirchner no accede a normalizar el PJ, intervenido desde 2004 por Ramón Ruiz. Y como no habrá tiempo para un proceso de comicios internos -todo esto se debatirá hoy aquí-, el paso siguiente será convocar a un congreso partidario dentro de 30 días en la provincia de Buenos Aires. Y allí se ungiría al candidato del PJ opositor.
Entonados por el revivir de la interna partidaria, saben que hay una trampa. Para dentro de 30 días, el kirchnerismo también convocará a su congreso partidario, más numeroso seguramente, y consagraría allí la candidatura de Cristina Kirchner. Habrá una pulseada judicial, que no se dirimirá antes de octubre.
Este es el plan. Si Cristina Kirchner saca menos del 40%, este peronismo con marchita y escudos acordará con los restantes candidatos para votar al postulante que obtenga el segundo puesto. «Saldremos segundos y le ganaremos el ballottage a Kirchner», se ilusionan. «Entre Lavagna, Carrió y López Murphy se llevarán un 30%; el 60% se reparte entre Kirchner y nosotros», señaló un organizador del encuentro de hoy.
Adolfo Rodríguez Saá dijo a LA NACION: «Queremos elecciones internas y analizar acá si hay tiempo para hacerlas». Sabe que no lo habrá; la salida es otro congreso. Y aventuró, en un exceso de triunfalismo: «No va a haber congreso kirchnerista».
Por Mariano Obarrio
Enviado especial
Lavagna
Roberto Lavagna tomó distancia de la reunión del PJ en San Luis, al aconsejar «prudencia» ante «convocatorias poco claras y apresuradas». «Algunos pueden, con picardía, utilizar nuestro derecho de participación para desviar los objetivos hacia la nominación de nuevas fórmulas justicialistas», dijo. Eduardo Camaño y Jorge Sarghini, ex duhaldistas que apoyan a Lavagna, aclararon que no irán al encuentro.
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Menem afirmó que el gobierno de Kirchner í¢â‚¬Å“es corrupto»
El candidato a la Presidencia y a la Gobernación de La Rioja criticó a la administración Kirchner por los fondos de Santa Cruz, el caso Skanska y el contrabando de armas a Estados Unidos
6 de Julio de 2007
CAPITAL FEDERAL, Julio 06 (Agencia NOVA) El ex presidente Carlos Menem reiteró sus críticas hacia el Gobierno de Néstor Kirchner y aseguró que la administración actual es una de las «más corruptas de la historia».
«Hoy es notorio, con todo, que pocas veces en la historia argentina ha habido un Gobierno más sumergido en la corrupción», señaló Menem.
El candidato a la Presidencia y a la Gobernación de La Rioja criticó al Gobierno nacional por no «dar cuenta del destino y recorrido de cientos de millones de dólares de Santa Cruz, por amparar el contrabando de armas a Estados Unidos, y por protagonizar los casos Greco y Skanska».
Además, defendió las políticas de la década del 90 y señaló que muchos integrantes de la administración actual «hoy la demonizan», pero en aquellos años «aplaudían las reformas y se beneficiaban con ellas».
A través de un artículo publicado por una matutino porteño, titulado «Los malditos años 90», Menem aseguró que Kirchner «aún no pudo superar los índices de desarrollo» de la década pasada.
«Se puede decir que los logros sociales que invoca el actual Gobierno no han llegado aún a superar los índices de desarrollo social de la década de la que abjuran», indicó el actual senador nacional. (Agencia NOVA)