Tanta paridad. Para qué?

El Senado de la provincia de Santa Fe dio media sanción a la ley de paridad de género para cargos pí¹blicos electivos, designacií²n de ministros y secretarios de Estado.
En esta oportunidad, invitamos a Claudia S. Catalin para analizar dicho proyecto y conocer los avances y los retrocesos que la provincia ha tenido en materia de paridad.

Tanta Paridad. í‚¿Para qué?
por Claudia Catalin(1)

La provincia de Santa Fe, se encuentra en el Top Ten. Es una de las diez provincias que no cuenta con Ley de Paridad.

Aun está vigente la Ley de Cupos, desde 1992, estableciendo para las mujeres el acceso a un tercio de los cargos electivos. Esta norma, que pretendí­a ser un piso, se transformó en un techo, el conocido í¢â‚¬Å“techo de cristalí¢â‚¬Â, y en sus casi treinta años de vigencia no sufrió ninguna modificación: no logramos cambiar una coma a esta ley, por lo que esto nos hace suponer que lograr alguna modificación, a futuro, de una ley de paridad que sea deficiente, será improbable.

Desde 2003 se vienen ingresando proyectos legislativos para una Ley de Paridad en la provincia, desde 2016, se conformó la Mesa de Mujeres por la Paridad, que como espacio horizontal, multisectorial y pluripartidario estuvo acompañando las iniciativas legislativas, generando diferentes estrategias para conseguir la sanción definitiva.

La historia dice que obtuvimos dos medias sanciones en Diputados/as y ningún tratamiento en la Cámara de Senadores, pero también que en el 2018, se aprobaron 22 Ordenanzas de Paridad para los Concejos Deliberantes y que gracias a #sinoestaenlaleyqueestenelaboleta, en 2019, siete de ocho fórmulas a Gobernador y Vicegobernador tuvieron integración paritaria, y también otras listas, como las de Diputados/as y Senadores (aunque en éstas las mujeres fueron suplentes principalmente).

En 2020, la pandemia nos encontró ampliando la Mesa por la Paridad, incorporando a las Diputadas M.C y a muchas otras reconocidas mujeres de la polí­tica provincial, que sin dudarlo se sumaron a la tarea de activar esta lucha. Con la ayuda de la virtualidad y la colaboración de otras mujeres organizadas, como í¢â‚¬Å“Ojo Paritarioí¢â‚¬Â y la Fundación Friedich Ebert retomamos el camino de poner en agenda la necesidad de que la paridad sea una realidad en todos los ámbitos de la vida.

El aislamiento también puso en evidencia la carga que sufrimos las mujeres con las tareas de cuidado de las personas y del hogar. Se puso en jaque la organización de esas tareas, se tomó mayor dimensión de lo que significa esa responsabilidad, logrando generar mayor conciencia sobre el rol de mujeres y varones (ellos no í¢â‚¬Å“ayudaní¢â‚¬Â a las mujeres; son igualmente responsables de llevarlas adelante).

La violencia hacia las mujeres también cobró otra dimensión, la mayorí­a de los casos tienen como autores a sus propias parejas o ex-parejas y principalmente al interior de sus casas. Esta violencia refleja indudablemente el dominio de los varones sobre estos í¢â‚¬Å“objetosí¢â‚¬Â de su propiedad, las mujeres. Este sistema patriarcal permea todos los espacios y la estructura social y su remedio es la igualdad real que reclamamos, la libertad, independencia y autonomí­a de las mujeres es lo que puede romper este esquema de poder en manos exclusivas de varones: para esto también sirve tener paridad.

Respecto de la Ley de Paridad en la provincia tenemos una propuesta, verdaderamente superadora, que no sigue emparchando leyes electorales – complejas de por si – aplicable a todos los poderes y organizaciones y que introduce la paridad horizontal como herramienta para posibilitar mayor cantidad de listas encabezadas por mujeres para el Senado.

Este í¢â‚¬Å“proyecto idealí¢â‚¬Â se estaba trabajando con los legisladores, cuando los Senadores nos sorprendieron con una media sanción. Celebrada, en tanto evidencia lo incuestionable de nuestra lucha y del momento histórico que vivimos, pero que lejos está de considerarse una avance, antes bien, retrocede en varias de nuestras conquistas.

Respecto de esta media sanción, entendemos que no pueden quedar afuera la fórmula de Gobernador y Vicegobernador, tal como la Mesa por la Paridad reclamó en el 2018, incluir a los Gabinetes del Poder Ejecutivo, y no esta fórmula, es contradictorio.

Establecer la entrada en vigencia en 2023 para los cargos electivos, luego de casi 30 años de vigencia del cupo, con 24 municipalidades que a la fecha han dictado Ordenanzas de paridad y con elecciones de medio término para el año 2021, no tiene justificación posible.

Las leyes de cuota, cupo o paridad que se dictan como acciones afirmativas principalmente en cargos electivos son de aplicación inmediata, í‚¿por qué dilatar la aplicación en Santa Fe?

La paridad es alternancia y secuencialidad, uno y una o viceversa, sistema de cremalleras, así­ lo presentan y estudian desde la Academia, y así­ se ha legislado en todo el paí­s y América Latina. Pero en Santa Fe se introduce un sistema de í¢â‚¬Å“duplasí¢â‚¬Â, que además de replicar la propuesta rechazada en 2018, innova en cuanto a la aplicación del Dí¢â‚¬â„¢Hondt, no a individuos, sino dichas duplas lo que se observa como complejo y no exento de cuestionamientos. Cuando se trata de leyes que tienen impacto en materia electoral, se recomienda que las mismas sean claras reglas de juego y minimicen las posibilidades de generar conflictos.

Creemos oportuno mejorar la redacción en materia de reemplazos en listas y cuerpos colegiados, sobre todo considerando los resultados de la aplicación de la ley nacional, los casos judicializados y las iniciativas de reformas presentadas en el Congreso. Pretendemos superar estos problemas, la media sanción no lo hace.

Respecto de la inclusión del Poder Judicial y el Poder Ejecutivo, la media sanción establece la progresividad, por lo que consideramos que su concreción real está lejana.

Podrí­amos tener un texto claro, ordenado, que no modifica otras leyes (especialmente las electorales) y también un artí­culo para despejar cualquier duda en la futura aplicación a fin de que en cualquier situación donde se debiera definir la incorporación de mujeres, se estuviera al í¢â‚¬Å“Principio de Interpretacióní¢â‚¬Â estableciendo que siempre se í¢â‚¬Å“hará prevalecer el principio de igualdad real y el cumplimiento de acciones positivas a favor de las mujeresí¢â‚¬Â.

Es posible tener una ley que respete y recoja la lucha de todos estos años, con pautas claras.

Es posible, hace falta decisión polí­tica y una mirada estratégica hacia un futuro que no puede seguir excluyendo a su mitad.

(1)Abogada. Especialista en gestión pública y en Derechos Polí­ticos y Electorales. Ex Secretaria Electoral de Santa Fe. Integra el espacio Igualdad, es Miembro Honorario del Foro Federal de Organismos Electorales, Mesa Ni una Menos y Mujeres por la Paridad.

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