Una revisión al sistema electoral mexicano a partir de las elecciones de 2016

arespEn esta oportunidad le acercamos a nuestros lectores la editorial de Arturo Espinosa Silis, Director del sitio Strategia Electoral (www.strategiaelectoral.mx), con quien trabajaremos en conjunto abordando cuestiones vinculadas a la realidad electoral mexicana y argentina.

Por Arturo Espinosa Silis[1] (@aesupd)

El pasado 5 de juniose llevaron a cabo elecciones en 14 entidades federativas de México.El electorado acudió a votar para elegir a 12 gobernadores, 388 diputados, 966 integrantes de ayuntamiento, 393 presidentes de comunidad y 60 constituyentes en la Ciudad de México.

Compitieron 308 candidatos independientes a diferentes cargos y en tres entidades hubo voto desde el extranjero. La media de participación ciudadana fue de 50.2%. Los resultados de las elecciones generaron alternancia en los gobiernos de 8 entidades federativas. En general fueron unos comicios competidos, los cuales dejan un mapa polí­tico muy plural.

Más allá del análisis de los resultados electorales, considero pertinente hacer una valoración de algunas de las reglas del sistema electoral mexicano.

En la llamada alternancia hacia la democracia se ha buscado generar condiciones de equidad en las contiendas electorales;terminar con los comicios en los que el partido de Estado dominaba y apabullaba al resto de las fuerzas polí­ticas. De esta manera las reglas electorales se han centrado enque las elecciones sean competitivas y todas las fuerzas polí­ticas tengan las mismas oportunidades de triunforespetando el principio de equidad. Hoy en dí­a esto es una realidad, existen al menos 4 partidos polí­ticos que son competitivos en las elecciones: PRI, PAN, PRD y Morena.

Las elecciones de 2016confirman que uno de los objetivos de las últimas reformas electorales se ha logrado: existen reglas que generan condiciones de equidad, de manera que las elecciones son competitivas y la alternancia en el gobierno es una realidad. Algo que hace 20 aí±os era un raro fenómeno.

La competitividad electoral en México ha traí­do como consecuencias algunas malas prácticas como: campaí±as negativas, compra de votos, gasto excesivo en las campaí±as electorales, uso de recursos públicos y programas sociales con fines electorales, por mencionar algunos. Estas no son propias de un solo partido sino que son constantes en todas las elecciones, sin importar quién sea el partido en el gobierno y quiénes la oposición.

Es por lo anterior que considero que algunas de las reglas del sistema electoral mexicano que buscan generar equidad deben ser ajustadas para también generar procesos electorales de calidad. Cito algunos puntos que considero son esenciales para esto.

  1. Legitimidad de las autoridades electorales: La reforma electoral de 2014 implementó un sistema nacional electoral, en el que el Instituto Nacional Electoral (INE) es la autoridad rectora y es el encargado de regular los órganos electorales localesa nivel nacional. Además, contamos con elTribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, encargado de revisar la actuación tanto de la autoridad electoral nacional como de las locales.

Esta relación entre autoridades electorales lejos de lograr que exista un engranaje en el que la función electoral sea fluida, ha generado una fricción entre ellas que ha abonado a su falta de legitimación. Ello ya que el Tribunal Electoral ha adoptado el papel de superior jerárquico del INE  y este ha su vez se ha convertido en el policí­a de los organismos públicos locales.

El sistema electoral mexicano necesita encontrar una fórmula que mantenga un equilibrio entre las distintas autoridades electorales y no una relación de supra a subordinación.

  1. Procedimientos sancionadores. La legislación electoral mexicana y la jurisprudencia del Tribunal Electoral han creado un complejo sistema sancionador en materia electoral con el cual se busca que cualquier conducta contraria a la legislación electoral mexicana que cometan los partidos polí­ticos, candidatos, dirigentes, militantes o simpatizantes, sea sancionada, ello con el objetivo de garantizar la equidad en los procesos electorales.

Esto se hace a través de los procedimientos sancionadores, en materia administrativa o de fiscalización, el primero sustanciado por el INE y resuelto por el Tribunal Electoral y el segundo sustanciado y resuelto por el INE.

La experiencia de los últimos procesos electorales indica que la imposición de sanciones no inhibe las conductas ilegales de partidos polí­ticos o candidatos, por el contrario, durante las pasadas elecciones de 2016 una de las constantes fueron las campaí±as negativas para desprestigiar al candidato opositor, las acusaciones sin fundamento y el uso desmedido de recursos provenientes de fuentes ilí­citas de financiamiento.

Es necesario cambiar la lógica sancionadora del sistema electoral mexicano, por una que permita que los procesos electorales fluyan, y se generen incentivos para que los partidos polí­ticos hagan propuestas en lugar de acusaciones a los opositores.

  1. Financiamiento público. Las prerrogativas de los partidos polí­ticos buscaban en un principio brindar mayor equidad a las distintas fuerzas polí­ticas durante las elecciones y de esta manera procurar una mayor competencia en las elecciones.

Reforma tras reforma el financiamiento público que reciben los partidos ha aumentado.Sin embargo, el objetivo que en un inicio se buscaba con el otorgamiento de recursos públicos ha cambiado, pues hoy en dí­a existen condiciones de competencia en todas las regiones del paí­s. Es por eso que el financiamiento que reciben los partidos polí­ticos debe ser revisado; me refiero a la preponderancia del financiamiento público sobre el privado. No considero que deban ser suprimidos sino que deben definirse nuevamente los mecanismos para calcularse y la manera en que se distribuyen entre los partidos polí­ticos.

Luis Carlos Ugalde, ex presidente del INE sostiene que, el exceso de dinero en los partidos polí­ticos atrae más a oportunistas que a personas que generen verdadero debate público y tiende erosionar más la legitimidad de los partidos.

  1. Fiscalización. El control sobre el origen de los recursos que reciben los partidos polí­ticos y la manera en que los gastan es un tema que todaví­a tiene muchas áreas de oportunidad.

Los gastos reales de los partidos polí­ticos están muy alejados de lo que reportan en los informes que presentan ante el INE. Varios analistas han seí±alado que el financiamiento ilegal (lí­quido o en especie) en muchos casos supera al financiamiento público y, desde luego, no se refleja en los reportes de gastos de los partidos.

Esto hace evidente la necesidad de un mecanismo que permita regular eficientemente los recursos reales que usan los partidos polí­ticos durante los procesos electorales. El sistema de fiscalización actual no permite hacer una revisión detallada de los gastos que reportan y de los que realmente realizanlos partidos polí­ticos; se ha privilegiado la celeridad para tener un reporte de fiscalización, lo cual no ha contribuido a desincentivar el financiamiento ilegal y el desví­o de recursos públicos.

  1. Modelo de comunicación polí­tica.En 2007 se adoptó un modelo de comunicación polí­tica del que el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) se convirtió en el administrador de tiempos de radio y televisión para temas electorales. La única ví­a por la cual los partidos polí­ticos podí­an acceder a la radio y televisión para fines electorales era a través de los tiempos que administra el entonces IFE (ahora INE).

Este modelo estableció ciertas limitantes al contenido de la publicidad electoral, la cual no podrí­a contener mensajes de tipo calumnioso o denigratorio. También se establecieron algunas restricciones a la propaganda gubernamental.

El modelo de comunicación polí­tica ha tenido un impacto mayor del que en su momento se imaginaba, y durante los procesos electorales han sido una constante los procedimientos sancionadores en los que se denuncia que el contenido de los mensajes que se transmiten en radio o televisión es contrario a la legislación, generando con ello constantes pronunciamientos de las autoridades electorales en los que califican el contenido de los mensaje de los partidos polí­ticos.Además, estos procesos han generadotensiones entre el INE y el Tribunal Electoral por sus criterios opuestos.

Es necesario impulsar un nuevo modelo de comunicación polí­tica donde se permita un debate abierto y dinámico entre los partidos polí­ticos y los candidatos en el que los ciudadanos sean quienes valoren el contenido de la propaganda electoral, y al momento de su voto califiquen a los candidatos y partidos polí­ticos. Un modelo de comunicación polí­tica que fomente la calidad en el contenido de las campaí±as y no así­ las campaí±as negativas entre los contendientes.

  1. El sistema de justicia electoral mexicano.La alta litigiosidad se ha convertido en una caracterí­stica de los procesos electorales en México. Los procesos se aderezan con un gran número de impugnaciones en las que se controvierten, entre otros, los procesos internos de los partidos polí­ticos, cualquier decisión de las autoridades electorales, el contenido de la propaganda electoral y, desde luego, los resultados de la elección.

El Tribunal Electoral ha sido pieza fundamental en la construcción del sistema electoral mexicano, muchos de sus criterios hoy son parte de la legislación que regula los procesos electorales. Sin embargo, en los últimos aí±os ha existido un gran activismo judicial en el que todo acto relacionado directa o indirectamente con la materia electoral se ha vuelto objeto de impugnación.

Considero que es necesario una revisión a la justicia electoral, a los supuestos de procedencia de los medios de impugnación y a los actos que son objeto de impugnación. Las impugnaciones deben ser la excepción y no la regladurante un proceso electoral.

Conclusión

El sistema electoral mexicano ha sido exitoso para generar condiciones que generen competencia, no es necesario justificar esto, los resultados electorales lo hacen por sí­ sólo. El reto ahoraes lograr procesos electorales con mayor calidad, hacia allá debemos avanzar.

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Fuentes

  • Alejandro Daniel Pérez Corzo. (2013). ¿Sistema o sistemas electorales? El caso mexicano a nivel federal. 9 de junio de 2016, de Revista Hechos y Derechos Sitio web: http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/HechosyDerechos/cont/14/art19.htm
  • Arturo Espinosa Silis. (2016). Judicialización de las elecciones. 9 de junio de 2016, de Strategia Electoral Sitio web: http://strategiaelectoral.mx/2016/01/26/judicializacion-de-las-elecciones/
  • Carina Garcí­a. (2016). INE vs televisoras. Spots abren debate. 8 de junio de 2016, de El Universal Sitio web: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/politica/2016/03/9/in
  • Luis Carlos Ugalde. (2014). Más dinero a los partidos, ¿para qué?. 8 de junio de 2016, de El Universal Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/mas-dinero-a-los-partidos-para-que.html
  • Luis Carlos Ugalde. (2015). I. Democracia a precio alzado. 8 de junio de 2016, de Nexos Sitio web: http://www.nexos.com.mx/?p=25810e-vs-televisoras
  • Mauricio Torres. (2013). Más sanciones o anular comicios no frena la ilegalidad, dice Woldenberg. 8 de junio de 2016, de CNN México Sitio web: http://mexico.cnn.com/nacional/2013/09/26/mas-sanciones-o-anular-comicios-no-frena-la-ilegalidad-dice-woldenberg

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[1] Es director de Strategia Electoral (www.strategiaelectoral.mx) y especialista en temas electorales.

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