Se va la segunda

Luego de mucha incertidumbre e idas y venidas, la presidente Cristina Kirchner hizo saber que se presentará a la reelección. Las sondeos le son muy favorables pero todaví­a no queda claro si podrá, como en 2007, evitar ir a segunda vuelta. Falta que se anuncie quien será su candidato a vicepresidente.

Crédito de la foto: Presidencia de la Nación

 

 

Video oficial de la cadena nacional hecha por la presidente para anunciar su candidatura:

 

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La Presidenta anunció por cadena nacional que irá por la reelección
Mariana Verón
La Nación
21 de junio 2011

Finalmente, se lanzó. Eran las 19.02, transcurrí­a la cadena nacional y dijo «basta» de especulaciones de los medios. Cristina Kirchner anunció ayer que se postulará para un nuevo mandato. Aunque nunca usó las palabras » candidatura » ni «reelección», la Casa Rosada estalló en aplausos y gritos ante una decisión esperada , pero que resultó agónica para el elenco oficialista.

«Vamos a someternos una vez más… Siempre que accedí­ a un cargo lo hice sometiéndome a la voluntad popular», fue su frase, enmarcada por el enojo que, contó, tení­a desde el fin de semana y que precipitó la decisión. La Presidenta admitió que pretendí­a esperar hasta el sábado (dí­a en el que vence el plazo para inscribir las fórmulas en la Justicia Electoral) para dar a conocer su decisión.

Contó que tení­a la decisión tomada desde el dí­a siguiente de la muerte de su marido , Néstor Kirchner, el 27 de octubre del aí±o pasado. » Yo siempre supe lo que tení­a que hacer y lo que debí­a hacer», afirmó, para explicar su demora. El secreto lo guardó hasta el último minuto.

La Presidenta guarda otro secreto que ayer pareció resuelta a mantener hasta último momento: su compaí±ero de fórmula . Hay mucho hermetismo respecto del candidato que la acompaí±ará en los comicios del 23 de octubre. Se habla de un gobernador del PJ o de un funcionario joven del Gabinete. Pero hasta anoche no habí­a trascendido el nombre.

Dos ausencias llamaron la atención durante la ceremonia en la Casa Rosada: las de Hebe de Bonafini y Hugo Moyano, dos aliados fundamentales del Gobierno.

Al presentarse para disputar la reelección, Cristina Kirchner se convirtió en el tercer presidente que busca un segundo mandato consecutivo en la historia de la Argentina, después de Juan Domingo Perón y de Carlos Menem.

Ayer fue pura expectativa primero, y sorpresa después, en la Casa Rosada. El acto en el salón de los Patriotas del Bicentenario, en la planta baja, estaba pensado para anunciar un programa oficial para la compra de televisores de LCD a bajo precio y la presentación del llamado a licitación de nuevos canales de televisión digital abierta. Pero apenas terminó con las novedades de la gestión, la Presidenta lanzó entre reproches su decisión. «He escuchado en estos cuatro aí±os descalificación, agravios, ficciones, mentiras, y ahora, dos capí­tulos nuevos: medicina y psicologí­a. Escriben en letras de molde, algunos, no todos, que psicólogos me auscultaban mis estados de ánimo, o médicos que diagnosticaban si la baja tensión era por estrés», reprochó.

Ahí­ fue que puso de manifiesto su determinación. «Siempre lo supe, desde el 28 de octubre , aquí­, en este lugar, cuando miles y miles me gritaban fuerza Cristina», aclaró. Ese dí­a fue el velatorio del ex presidente, en ese mismo salón en el que ayer hizo el anuncio más esperado.

Las lágrimas se le precipitaron, pero no lloró. «Es un dato de responsabilidad institucional tomar las decisiones en su momento», aclaró, sobre su demora. Y rememoró a los precandidatos que se habí­an bajado de la competencia para la carrera presidencial, entre ellos, el vicepresidente, Julio Cobos; el jefe de gobierno porteí±o, Mauricio Macri, y el diputado Fernando «Pino» Solanas. Pidió al público que no silbara a nadie y tampoco los nombró.

Con su propio estilo de mantener al margen de sus definiciones a todo su gabinete y sus colaboradores, la Presidenta resaltó cuatro veces en su discurso que ya tení­a tomada la decisión desde hací­a ocho meses. Le dedicó, de paso, un mimo a destiempo al diputado Carlos Kunkel, que hace dos semanas habí­a anunciado la probable fecha de lanzamiento, que en sus palabras hubiese sido pasado maí±ana, y se llevó un duro reto presidencial. «Pobre Kunkel, lo tengo en penitencia», le dijo Cristina, después de su dura desmentida de hace apenas dos semanas.

Con tono de épica, la Presidenta lanzó: «Mi compromiso es irrenunciable e irrevocable». Y agregó: «Cómo yo voy a aflojar y no seguir adelante».

El adelantamiento de la decisión llegó como consecuencia de las especulaciones sobre su fin de semana en Rí­o Gallegos y en medio del debate al interior del Gobierno para ganar la agenda pública por el escándalo de Sergio Schoklender. La Presidenta contó que habí­a viajado para acompaí±ar a su hijo Máximo en el primer Dí­a del Padre que debí­a pasar sin Kirchner. «Basta. No me molesta, pero me aburre», se quejó por los artí­culos periodí­sticos.

En ese momento, el Salón de los Patriotas, que por el tema de la convocatoria estaba repleto de artistas, se silenció de inmediato. Como paralizado: así­ quedó el público cuando la Presidenta se acercó al micrófono para dar su más guardada decisión. El jefe de Gabinete, Aní­bal Fernández, sobre el escenario, abrió grandes los ojos, se paró y empezó a aplaudir. «Siempre que he accedido a un cargo me sometí­ a la voluntad popular», agregó la jefa del Estado, y la Casa Rosada estalló en festejos. Los cantos se apoderaron del salón para convertir el frí­o que se filtraba por las puertas en una caldera de entusiasmo y alivio.

Habí­an llegado temprano los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; de Tucumán, José Alperovich; de La Pampa, Oscar Jorge, y de Santiago del Estero, Luis Zamora. Ninguno supo nada. Scioli, de hecho, se retiró de la Casa Rosada sin hacer ninguna declaración. Perplejo, corrió para esquivar los micrófonos. Algunos ministros, como el de Trabajo, Carlos Tomada, arribó cuando el anuncio ya estaba en todos lados.

La Presidenta evitó ayer anunciar a su compaí±ero de fórmula, que, se espera, se presente el próximo viernes en un acto partidario o el mismo sábado, cuando se presente la fórmula ante la justicia electoral. No será en el Teatro Argentino de La Plata, que ya estaba reservado para la presentación a fines de la semana. «Era el lugar de él», dijo, sobre Kirchner. «Seguramente vamos a poder volver, pero por ahora busquemos otro lugar, con menos carga emotiva y menos carga emocional», les pidió a sus colaboradores.

Al finalizar, Cristina volvió a enviar un mensaje a los jóvenes. Se plantó como «puente entre las nuevas y viejas generaciones».

El uso electoral de la cadena nacional

La presidenta Cristina Kirchner volvió ayer a usar la cadena nacional de radio y televisión. Pero esta vez, a diferencia de las anteriores oportunidades, fue para comunicar una decisión electoral como es la de presentarse a un nuevo mandato. En lo que va del aí±o, la jefa del Estado utilizó este recurso 22 veces. Incluso, habí­a pedido la cadena nacional anteayer, para el acto en Rosario por el Dí­a de la Bandera y lo reiteró ayer para la presentación de su propia postulación, en un acto que se realizó nada menos que desde la Casa Rosada y con la presencia de gobernadores, intendentes y militantes del kirchnerismo.

EN VOZ ALTA

«Yo siempre supe lo que tení­a que hacer y lo que debí­a hacer. No lo supe de inteligente ni de ambiciosa. Lo supe cuando miles y miles que pasaron por aquí­ mismo [en la Casa Rosada, durante el velorio de Néstor Kirchner] me gritaban: «¡Fuerza, Cristina!»»

«Vamos a someternos una vez más… Siempre que accedí­ a un cargo fue sometiéndome a la voluntad popular»

«A partir del 27 de octubre [dí­a de la muerte de Kirchner] se agregó a todo lo que vení­an siendo descalificaciones, agravios, dos capí­tulos nuevos: medicina y psicologí­a»

Querí­a estar más cerca del fin del perí­odo de inscripción [de listas], pero llega un momento que [las versiones] aburren, no molestan»

«Espero ser un puente entre las nuevas y viejas generaciones, creo que ese debe ser mi rol»

«Dos candidatos a jefe de gobierno decidieron convertir a la ciudad de Buenos Aires en un centro de refugiados electorales»

Repercusiones tras el anuncio presidencialEL PAIS
Uruguay

«Vamos a someternos una vez más, como lo hicimos siempre», fue la frase de la Presidenta que rescató la web del diario uruguayo.

O GLOBO
Brasil

El portal de Internet del diario brasileí±o sostuvo que «con la decisión, Cristina acaba con la incertidumbre sobre su futuro polí­tico».

EL PAíS
Espaí±a

«Cristina Fernández de Kirchner competirá por la reelección», tituló El Paí­s, que aventuró que como candidato a vice podrí­a ir un gobernador.

THE NEW YORK TIMES
Estados Unidos

«Las encuestas indican que Fernández no tiene apoyo mayoritario en la Argentina, pero fácilmente podrí­a ganar», seí±aló el diario de EE.UU.

 

“Estamos hechos para seguir adelante”
Nicolás Lantos
Página/12
21 de junio 2011

“Yo siempre supe lo que tení­a que hacer y lo que debí­a hacer.” Así­, seí±alando sin nombrar a quienes depositaban dudas sobre su voluntad, la presidenta Cristina Fernández oficializó su candidatura en busca de un segundo perí­odo en la Casa Rosada. Lo hizo allí­ mismo, en un acto que habí­a convocado para anunciar lo que ella denominó como el dí­a en que se pone “en marcha el verdadero espí­ritu de la Ley de Servicios y Medios Audiovisuales”, una de las medidas más simbólicas de su mandato. Y fue transmitido por cadena nacional, de forma tal que el anuncio encontró un rebote masivo e instantáneo. Durante el discurso no se privó de atacar a algunos sectores de la oposición, tanto quienes la ejercen desde la polí­tica como quienes lo hacen escudados en algunos medios de comunicación, e hizo –una vez más, como acostumbra a hacerlo desde la muerte de Néstor Kirchner– particular hincapié en el rol que tendrá la juventud en un eventual segundo mandato. “Estamos hechos para seguir adelante”, fue su conclusión.

Aunque todos estaban pendientes del anuncio, una vez más Cristina Fernández logró sorprender: el acto y la transmisión por cadena nacional se atribuí­an al lanzamiento del plan “televisores para todos” y el llamado para adjudicar 220 nuevas seí±ales audiovisuales de aire, y ni siquiera en la misma Casa Rosada conocí­an la intención de lanzarse. “Creo que fue una decisión polí­tica personal presentarlo hoy. No creo que lo haya consultado”, le comentó a este diario alguien que trabaja cerca de su despacho. Quienes tuvieron que montar el acto aseguran que trabajaron sin conocer la agenda secreta. Además, razonan, “si vos le anticipás algo así­ a diez personas, a los tres minutos ya está por todas partes. La única forma de mantenerlo en secreto era no contarlo”.

Aprovechando la incertidumbre, Cristina hasta se permitió, al comienzo de su discurso, amagar con una decisión en el sentido contrario: “La televisión argentina tuvo en su primera transmisión el discurso de Eva Perón, el 17 de octubre de 1951. Ahí­, Evita pronunció aquella famosa frase: ‘Aunque deje jirones de mi vida en el camino’. Y también allí­ confirmó lo que le habí­a dicho al paí­s un 31 de agosto, cuando ratificó que no iba a acompaí±ar al general Perón en la fórmula para las elecciones del aí±o ’52”, recordó la Presidenta, y la evocación a aquel histórico renunciamiento dejó sin aliento a los presentes y también a muchos que seguí­an sus palabras por radio o televisión.

Sin embargo, minutos más tarde decidió terminar con el suspenso. Estaba bromeando con el ministro de Infraestructura, Julio De Vido, sobre el plazo para instalar 120 torres de transmisión de televisión digital por aire. “Yo te doy un changí¼í­, mirá qué buena que soy –le dijo a su funcionario–. Con que lleguemos (se referí­a a este aí±o) a las 50 o a las 60, la mitad, estamos hechos para seguir adelante. Porque vamos a seguir adelante”, dejó caer, como si nada. Y la galerí­a de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada estalló en aplausos y los clásicos cantitos que piden “para Cristina la reelección”. Pero ella, lejos de dejarse llevar por la euforia, continuó hablando de su plan para distribuir televisores de última generación fabricados en el paí­s.

Un rato después volvió sobre el tema, cuando se refirió a los “agravios” que dijo recibir por parte de algunos medios y que, luego de la muerte de Néstor Kirchner, considera que se profundizaron. “Este fin de semana dijeron que me habí­a ido a Calafate a descansar y a pensar qué iba a hacer –ejemplificó–. Y yo, en realidad, fui a acompaí±ar a mi hijo y no a pensar qué iba a decidir.” Y ahí­ nomás descartó toda duda remanente, ante un auditorio que aguantaba la respiración: “Porque quiero decirles algo a todos; yo siempre supe lo que tení­a que hacer y lo que debí­a hacer. Lo supe inclusive el 28 de octubre, en este mismo lugar. No lo supe de inteligente, ni de ambiciosa: lo supe cuando miles y miles, que pasaron por aquí­ a despedirlo por última vez, me gritaban ‘fuerza Cristina’. Porque siempre he tenido un alto sentido de responsabilidad polí­tica, histórica y personal respecto de lo que debí­a hacer”. Y explicó que la demora en el anuncio se debí­a a que “simplemente, en un mundo, en una Argentina y en una vida que te cambia todos los dí­as, querí­a estar más cerca del final del perí­odo de inscripción para poder anunciarlo”.

Allí­ aprovechó para identificar a sus adversarios y pasarles factura. Sin pelos en la lengua, recordó que “en julio de 2008, muchos medios de comunicación ya habí­an ungido un presidente, a la sazón, también vicepresidente de esta Presidenta” (e interrumpió la andanada de silbidos porque “acá no se estigmatiza a nadie”); también a “un partido centenario que llamó a elecciones para tres candidatos, que después las dejaron sin efecto”; y por último se detuvo en la situación de la ciudad de Buenos Aires, donde “dos candidatos que también lanzaron su candidatura a presidente y que luego, cuando pensaron que no iban a poder, vinieron a convertir la Ciudad en un centro de refugiados electorales”. Daniel Filmus, que la observaba de primera fila, sonrió cuando ella dijo que es “el único candidato que no es residual, porque siempre quiso ser jefe de Gobierno”.

Por último, y como hizo en casi todas sus apariciones públicas tras la muerte de Néstor Kirchner, envió un mensaje hacia la juventud, un sector que –todo indica– tendrá un rol importante en su próximo mandato si Cristina Fernández gana en octubre, como anticipan todos los sondeos.

“Mi compromiso es irrenunciable e irrevocable –insistió–, no solamente por su memoria, por su legado, sino fundamentalmente por los jóvenes que tanto esperan de este nuevo paí­s y en el que espero ser un puente entre las nuevas y viejas generaciones. Creo que ése debe ser mi rol: un puente entre las nuevas generaciones y las anteriores, y como yo, que tomamos la posta de otros y seguimos adelante para construir esta Argentina que estamos viviendo entre todos.”

 

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