Una posible alianza

Como sucedioo hace unos años la oposicion busca organizarse en un bloque para enfrentar al oficialismo en las elecciones legislativas nacionales del 2009.


Carrió y la UCR pusieron en marcha el acuerdo para ir juntos en 2009
Santiago Fioriti
Clarin
12 de noviembre 2008
Gracias por venir. Les damos la bienvenida al Comité de la Unión Cí­vica Radical», arrancó Gerardo Morales, con tono formal, casi protocolar. Elisa Carrió no pudo con su genio: «Gerardo, empecemos a debatir qué vamos a hacer mañana a las 7 de la mañana.» Pero a esa altura no habí­a mucho por hablar. Todo estaba acordado de antemano. Ayer, en todo caso, con la foto de los principales dirigentes como sí­mbolo, la Coalición Cí­vica y el radicalismo comenzaron formalmente a trabajar juntos para armar un frente electoral rumbo a 2009 y para sentar las bases –dijeron– de una fuerza con vocación de gobernar la Argentina en 2011.
La primera medida orgánica anunciada en la conferencia fue el pedido de una audiencia con el presidente del Partido Socialista, Rubén Giustiniani. El ví­nculo Coalición-UCR-PS está cerrado para las próximas legislativas (el propio Giustiniani, último compañero de fórmula de Carrió, se abrazó con Morales en la Convención radical de Córdoba), pero en esa negociación se acordó no saltear pasos que puedan abrir susceptibilidades. Es que, por ahora, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, sólo se ha expresado con su silencio.
«Tenemos la más firme voluntad de construir una alternativa de gobierno absolutamente coherente y estamos respondiendo al reclamo de la ciudadaní­a», dijo Carrió en su primera intervención ante los periodistas. Morales, ex socio de Roberto Lavagna, habló de «poner lí­mites al abuso de poder» y de crear un espacio «serio, previsible y que garantice gobernabilidad».
Aunque se trató de un encuentro de viejos conocidos, es evidente que de ambos sectores se miran con cierto recelo. Sacan la lupa cuando el otro se expresa. Por eso, el contacto con la prensa fue uno de los temas que más preocupó en la reunión. Habí­a que aunar criterios en temas sensibles.
í‚¿Qué hacemos si nos preguntan por Macri?, se le escapó a uno de los dirigentes. Patricia Bullrich arriesgó que habí­a que dejarle la puerta abierta al macrismo. Pero Gerardo Conte Grand, la voz peronista que más escucha Carrió, la cruzó: «Macri es el candidato muleto del PJ.» La mayorí­a de la mesa (Ricardo Gil Lavedra, Oscar Aguad, Ernesto Sanz, Mario Negri y Daniel Salvador, por la UCR, y Marí­a Eugenia Estensoro, Margarita Stolbizer, Adrián Pérez, Elsa Quiroz y Enrique Olivera, por la CC) opinó que ni PRO ni el duhaldismo pueden formar parte del espacio. Eso sí­: no piensan salir a cuestionarlos. La mira está puesta exclusivamente en la pareja K.
«Vamos a construir en el marco de la ética, la república y la justicia social», dijo Morales. Los principios sintonizan con las banderas que levanta la Coalición, aunque eso no los exime de las diferencias. La propia Carrió lo admitió: «Hemos tenido diferencias polí­ticas en el pasado. Pero la Argentina que viene no se basa en lo idéntico», consideró.
El tema Cobos consumió parte de la reunión y ahí­, claramente, se abre una grieta entre los flamantes socios. «Es el Gobierno», pegó Carrió. En la UCR no están tan convencidos. Hay dirigentes de peso que mantienen lí­nea directa con el cobismo y deslizan que el vice puede ser una alternativa en 2011. Pero esa discusión, aseguran, quedará para más adelante.

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