í‚¿Fin de la hegemoní­a del Frente para la Victoria?

El siguiente articulo busca explorar cuales serán las influencias de la disputas del gobierno con el campo sobre el sistema de partidos en Argentina. Trataré de explicar la conformación de un nuevo escenario polí­tico y sus consecuencias sobre el sistema y en especial sobre los partidos polí­ticos que hoy pujan por el centro del espectro partidario.
Por Javier Tejerizo


El prolongado conflicto entre el gobierno y los productores agropecuarios puede llevar a una aceleración del proceso de apertura del sistema de partidos, el cual pasarí­a de ser hegemónico a volverse multipartidista [1]. La coyuntura actual acelera una tendencia que vení­a gestándose lentamente y que a posteriori permitirá el desarrollo de una oposición más estable, ya que hasta el momento no se ha logrado articular una oposición clara y de partido frente al gobierno. Además el conflicto del campo aceleró el tiempo de la polí­tica a pesar de que es un gobierno que recién comienza, el de Cristina Fernández de Kirchner, y cuando las próximas elecciones de renovación legislativa se efectuarán hacia fines del 2009.
Secuelas de las elecciones 2007
La a crisis económica del 2001 diezmó la credibilidad polí­tica de uno de los dos partidos más importante de la Argentina, la Unión Cí­vica Radical (UCR); el mismo, además de perder legitimidad, se disgregó por las peleas y purgas internas. Esto dejo un vací­o en el espectro de representatividad del electorado argentino (en especial una gran porción del electorado de los sectores medios y urbanos), que faltando la opción radical no encontraron que votar. Es verdad que tanto en la izquierda como en la derecha hubo partidos que tuvieron su apogeo desde la vuelta de la democracia, al margen del Partido Justicialista (PJ) y la UCR, realizando buenas elecciones y hasta llegando a ser tercera fuerza, cosechando más de un millón de votos en algunos casos [2]. Pero el no contar con la estructura nacional necesaria, como para poder competir a largo plazo en elecciones provinciales y legislativas, se transformaron en expresiones esporádicas.
La victoria electoral de Cristina Fernández en el 2007 fue posible, en gran medida, gracias a la situación en la que se encontraba el espectro partidario, debido al proceso de desintegración que la Unión Cí­vica Radical (único partido de oposición con una estructura partidaria nacional fuerte) y por falta de una opción sustentable. A este vació de representación hay que sumarle la propia composición del sistema electoral, que incentivó a la oposición a disgregarse con la ilusión de poder alcanzar la instancia del balotaje o segunda vuelta contra el Justicialismo, para en la misma apelar a las alianzas y/o al voto estratégico del electorado (en la primera vuelta se vota por preferencia) reacio a votar al PJ. Esa falta de una oposición sustentable, es uno de los motivos por los que hoy, ese electorado que no encontró representación, haya encontrado en la causa del campo una forma de expresión y participación polí­tica.
Futuro electoral: í‚¿Quién capitaliza la movilización rural?
El kirchnerismo venció en la última elección sin contar con el apoyo y voto de las grandes zonas urbanas, y, es probable, que tras el conflicto no vuelva a contar con el voto de gran parte de las zonas rurales. Los mejores ejemplos son intendencias como las de Pergamino o Juní­n, o la ciudad de Gualeguaychú donde el Frente para la Victoria (FpV) habí­a obtenido mayorí­a de los votos, cosa que parece de difí­cil repetición luego del conflicto. Más relevante son los datos de la provincia de Córdoba, donde la Presidente sólo contó con el apoyo de las localidades del interior y perdió en la capital. A esto, debemos sumarle la gran campaña de descrédito público llevada adelante por varios medios y por la propia sociedad (cacerolazos, cadenas de correos electrónicos, mensajes de texto, etc.), que la dejan con una mala imagen, a la Presidente, pensando en las próximas elecciones [3].
Pero a pesar de esto, la flexibilidad del PJ seguirá siendo uno de los mayores impedimentos para la formación y fortalecimiento de partidos de centro (centro derecha y centro izquierda), además de la formación de estructuras territoriales. A esto debemos sumarle que, será muy complicado que una fuerza capitalice u organice completamente el descontento en una expresión partidaria, ya que los participantes fueron muy heterogéneos (clases altas, medias y bajas; urbanas y rurales).
Aunque es verdad que no se logrará aglutinar a todo el polo agro-exportador en una expresión polí­tica, el conflicto ha logrado varias cosas a favor de la oposición de centro. Por ejemplo ha permitido que se borren algunas diferencias internas de los partidos, permitiendo una mayor unión de los propios cuadros, y externas, favoreciendo la integración entre partidos a partir de los puntos en común. Este es el caso de la Coalición Cí­vica (CC), liderada por Elisa Carrió, que tomó una postura a favor del agro desde el comienzo, donde el conflicto ha ayudado a fortalecer la búsqueda de la CC de sumar a todos los que no apoyan al FpV, y que simpaticen con un arco de centro izquierda. Carrió [4], se encuentra en diálogo con sectores del radicalismo, Mario Negri, en Mendoza con Ví­ctor Fayad y el senador Ernesto Sanz, así­ como con el grupo que acompañó en su alejamiento de Recrear a Ricardo López Murphy. Además confirmó que Margarita Stolbizer encabezará la lista de legisladores bonaerenses y en Córdoba acordó con el ex intendente Luí­s Juez. Pero en contraposición, parte del ARI abandono la coalición como consecuencia de esta campaña de partido escoba o atrapa todo.
Fundamental será para la CC la decisión de Hermes Binner sobre si se suma o apoya a la coalición, o si continúa de manera independiente, recordemos que en las últimas elecciones Rubén Guistiniani fue compañero de fórmula de Carrió. La gran apuesta serí­a unir a la Coalición Cí­vica con el Partido Socialista (PS) y la Unión Cí­vica Radical (UCR) en vista a las elecciones de 2009 y/o las presidenciales del 2011. Por su parte el gobernador de Santa Fe, Binner, es considerado como un «presidenciable», su figura se ha potenciado a nivel nacional tras su rol de mediador a lo largo del conflicto [5], y deberá ratificarlo con su gestión, debemos tener en cuenta que Binner es una figura única en la polí­tica nacional por ejercer el socialismo desde el poder.
Como dijimos el conflicto ha ayudado que se borren diferencias y cierren los cuadros internos, pero lo que más alentará a la oposición serán las probables rupturas del frente gobernante. La permanencia de los radicales (en especial el futuro de Julio Cobos), los socialistas y los miembros de otros partidos, en el frente, son hoy una incógnita. Además la división en el Congreso puede ser el puntapié inicial de una dura batalla interna en el PJ en todo el paí­s, ya que, ante la caí­da de la popularidad del matrimonio Kirchner, los cuadros internos se están reposicionando de cara a las elecciones legislativas de 2009. Ya muchos han comenzado a alinearse tras figuras con gran peso en sus provincias como Das Neves (posible candidato a presidente), Reutemann, Busti, Schiaretti, apadrinado por De la Sota, y Eduardo Duhalde. Diez son las provincias en donde el PJ está fracturado, y donde, tras la pelea con el campo, el oficialismo espera un panorama electoral difí­cil. Estas son:
1.Santa Fe: a pesar de que los nueve diputados del FpV votaron en favor del proyecto de la Casa Rosada, es el senador Carlos Reutemann quien realmente controla el PJ de la provincia y es más que probable que arme una lista propia de candidatos a legisladores para 2009.
2.Entre Rí­os: el peronismo sigue manejado por el ex gobernador Jorge Busti, quien mantiene estrechos contactos con Eduardo Duhalde.
3.Salta: Juan Carlos Romero, titular del consejo provincial del PJ, anuncio que su permanencia en el bloque, «Dependerá del trato que nos den. Si hay espacio para opinar, no tenemos problemas en seguir acompañando al Gobierno. Pero no vamos a tolerar ninguna falta de respetoí¢â‚¬Â. Por su parte, el gobernador Manuel Urtubey es un ferviente kirchnerista.
4.Córdoba: el gobernador Juan Schiaretti está alineado tras la figura de José De la Sota, otro hombre cercano a Duhalde, quien controla el PJ de la provincia.
5.Tucumán: la provincia gobernada José Alperovich, lí­der del PJ del distrito, es uno de los principales bastiones del oficialismo; pero el conflicto del campo ha permitido el surgimiento de un sector disidente liderado por el ex vicegobernador Fernando Juri.
6.La Pampa: el gobernador Oscar Jorge, aliado del oficialismo, deberá pelear duro contra Rubén Marí­n y Carlos Verna, quienes aun controlan el PJ pampeano, para poder imponer futuras candidaturas.
7.Catamarca: Luí­s Barrionuevo ha conformado una organización sindical paralela a la Confederación General del Trabajo (CGT), liderada por Hugo Moyano. La CGT-Azul y Blanca contarí­a con el respaldo de aproximadamente 56 gremios y esta a la espera del reconocimiento en el Ministerio de Trabajo.
8.San Luí­s: Los Rodrí­guez Saá controlan el peronismo puntano desde hace 20 años.
9.Misiones: el ex gobernador Ramón Puerta, quien se postularí­a como candidato a diputado [6], manifestó sus intenciones de armar un frente nacional, que se llamarí­a Unión Popular, junto con Duhalde y De la Sota.
10.Buenos Aires: se vive un momento de «reacomodamiento» con vistas a la próxima renovación de autoridades del PJ, hoy conducido por José Dí­az Bancalari, y la definición de una cabeza de lista para la pelea de diputados. Todo esto influenciado por la negativa de Felipe Solá de votar a favor de las retenciones y con Duhalde recorriendo el territorio bonaerense dialogando con intendentes y dirigentes locales.
Fundamental es el rol que pueda jugar el ex gobernador de Buenos Aires como operador recibiendo a todos los dí­scolos del peronismo, ya que puede ser el mediador para unir estos sectores del peronismo con la nueva vertiente de la CGT liderada por Barrionuevo; con los que ya integraban el arco opositor peronista, como el Frejuli (los Rodrí­guez Saá, Ramón Puerta, Carlos Menem, etcétera) y otros pejotistas relegados; además de otros aliados, como los radicales, partidos provinciales y, en especial, aportes del machismo [7].
Por su parte, Mauricio Macri decidió no cumplir un rol protagónico en un conflicto polí­tico de nivel nacional, recluyéndose en su gestión de la ciudad de Buenos Aires, pero es probable que fuese para evitar la confrontación directa con el gobierno nacional y evitar arriesgarse a padecer muchas complicaciones. Pero, a pesar de haberse mantenido al margen, dejando el rol opositor al legislador Federico Pinedo, aprovecho el conflicto para apuntalar el crecimiento del PRO, ya asentado en la Capital Federa. Por un lado, se concluyo la absorción del Recrear, ex partido de López Murphy. Además de reafirmar sus ví­nculos con Miguel Saredi, presidente Pampa Sur [8] y director del Mercado Central de Buenos Aires. Esto es muy importante, ya que la agrupación polí­tica Pampa Sur, que en el 2007 presentó en Santa Fe los papeles en el juzgado electoral de la provincia para poder competir en las elecciones, el conflicto le ha dado el impulso necesario para iniciar los trámites para lograr su reconocimiento en seis provincias más (Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Corrientes y Entre Rí­os, además de la Capital) con vistas a las elecciones legislativas del año venidero.
Nuevo panorama
El conflicto es probable que deje una reestructuración y reformulación, no radical, de las relaciones entre Estado y sociedad, abriéndose espacios para nuevas relaciones polí­ticas. La hegemoní­a del PJ se mantendrá, pero surgieron o se fortalecieron actores polí­ticos, partidos más conservadores, partidos de izquierda y nuevos movimientos y organizaciones sociales, que pugnan por un lugar en el sistema para poder aplicar transformaciones al modelo polí­tico, social y económico.
El proceso de reformas, implementadas por el FpV, puede acarrear como consecuencias el fin de la hegemoní­a del mismo, ya que han favorecido el surgimiento de nuevas identidades sociales y modalidades de articulación y expresión del conflicto social, en especial por la impotencia generada por la falta de representación polí­tica. Estas razones pueden permitir el surgimiento del espectro multipartidista. Los nuevos partidos son la consecuencia de sectores excluidos, lo cuales ven en ello una alternativa para satisfacer sus demandas. A esto debemos sumar que el conflicto, y las recurrentes decisiones unilaterales, generaron una escisión interna del FpV con respecto al modelo económico, social y polí­tico a seguir.
A pesar de que se ha producido el nacimiento de nuevos canales de demanda popular, el sistema electoral se encuentra fuertemente institucionalizado y la polí­tica no correrá por fuera de los partidos; por lo que, las nuevas demandas y exigencias de la comunidad, que no pudo satisfacer propiamente el PJ, son lo que permitirán el crecimiento de otras expresiones partidarias, en especial de centro, como el PRO y la Coalición Cí­vica.
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[1] Sartori, Giovanni: Partidos y Sistemas de Partidos, Alianza, Madrid, 1980.
[2] La mayorí­a fueron partido personalista que hoy apenas subsisten debido al alejamiento de su fundador. Este es el caso del Modin, partido fundado por el ex carapintada Aldo Rico, que en las elecciones para diputados nacionales de 1993 obtuvo casi un millón de votos. En 1994 introdujo 21 convencionales constituyentes para reformar la Carta Magna. Y en las presidenciales de 1995, con Rico encabezando la fórmula, logró un cuarto puesto, con el 1,69% del padrón. En el 2007 apoyaron a Jorge Sobisch y desde su espacio aportaron 10.000 votos.
Otros sobreviven gracias a la posibilidad electoral de hacer alianzas. Como la UCeDé, fundada por ílvaro Alzogaray, que salió tercera en las presidenciales de 1989 con 1.150.603 votos (casi el 7% del electorado) y que no presento candidatos presidenciales propios desde entonces; pero en 1995 y en 2003 la UCeDé acompaño en una alianza la candidatura de Carlos Menem, en 1999 apoyó a Eduardo Duhalde y en los comicios de octubre pasado respaldó a Alberto Rodrí­guez Saá.
Diferente es el caso del Frente Grande, nacido en 1993 como una oposición a Menem, que cosechó dos millones de votos en la elección de convencionales constituyentes de 1994 y obtuvo casi cinco millones de votos cuando acompañó la candidatura presidencial de José Bordón. Pero serí­a el partido más golpeado por la crisis del 2001, por compartir la gestión con la Alianza.
Acción por la República, partido fundado por el ex ministro de Economí­a Domingo Cavallo hace diez años, fue la tercera fuerza en las elecciones presidenciales de 1999. En la actualidad hay un solo diputado del partido, César Albrisi, elegido por la provincia de Córdoba, que se asoció a los Rodrí­guez Saá.
[3] La encuesta de Poliarquí­a indica que la imagen positiva de la Jefe de Gobierno alcanzó el 20 por ciento de la población, integrado por un 4 por ciento que expresó que tiene «muy buena imagen» y otro 16 por ciento que dijo tener un concepto «bueno». En tanto, el 33 por ciento de la población aseguró tener una opinión «regular» sobre Fernández de Kirchner y el 46 por ciento la evaluó negativamente
[4] Carrió reconoció que será candidata a diputada nacional para representar a los porteños en las elecciones parlamentarias de 2009 y estará acompañada por el ex director del Banco Central, Alfonso Prat Gay.
[5] A pesar de ser Santa Fe una de las provincias con mayor nivel de plantación de soja, Binner se manejo de manera cauta a lo largo del conflicto y buscó, de manera personal o a través de sus legisladores nacionales, alternativas de una salida: negoció con su principal opositor provincial, Carlos Reutemann, se juntó con ruralistas, diputados, senadores, con Julio Cobos en el Senado (cuando el vicepresidente convocó a los gobernadores) y con la Presidente en la Casa Rosada.
[6] Debemos recordar que el PJ de misiones está intervenido
[7] El partido liderado por Mauricio Macri, comenzó su armado polí­tico en la provincia de Buenos Aires mediante una comisión de la que forma parte el duhaldismo (más especí­ficamente su yerno, Gustavo Ferri). Esta mesa de trabajo, para tratar de formar bases partidarias en la mayor cantidad de distritos posibles, está conformada por miembros del PRO, Unión Celeste y Blanco (ala peronista, liderada por Francisco De Narváez) y Recrear.
[8] El Grupo Pampa Sur, que hoy se define cómo sí­mil al Partido del Campo Australiano, fue creado como un foro de dirigentes polí­ticos para la discusión de problemáticas del sector agropecuario. Uno de sus principales dirigentes es Marí­a del Carmen Alarcón, quien salió a la escena polí­tica en 2006 cuando siendo presidenta de la Comisión de Agricultura de la Cámara baja, se rebeló contra la polí­tica de Kirchner, costándole el cargo en la Comisión parlamentaria, de donde fue destituida. La agrupación Pampa Sur, se define como un partido del campo, que buscará unir los distintos sectores de la oposición que defienden la cadena productiva agro-industrial.

3 comments

¿Sistema de partido hegemonico de Sartori? ¿O sea que el PJ es el PRI mexicano? Eso es dificil de sostener, la verdad.

Muy interesante tu articulo, te felicito.
te olvidaste de mencionar algo de cleto cobos, que tiene imagen positiva arriba del 70 %, si lo capitaliza bien ojo al piojo.
saludos

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