Elección en Córdoba: Un análisis de los posibles cursos de acción desde lo que dicta la reglamentación electoral.

Una fuente experta que pidió anonimato para dar a conocer su punto de vista, señala que el momento de contar í¢â‚¬Å“voto a votoí¢â‚¬Â es cuado termina la elección y se abren las urnas. El trabajo posterior se hace con las actas confeccionadas en ese momento excepto que se detecten irregularidades puntuales. Se analizan otras aristas de este controvertido momento que se vive en Córdoba.


No es sencillo el í¢â‚¬Å“voto a votoí¢â‚¬Â
Adriana Meyer
Página/12
5 de Septiembre 2007

Luis Juez amenaza con llevar hasta sus últimas consecuencias su denuncia de fraude. Pero aun así­ serí­a muy difí­cil que logre í¢â‚¬Å“abrir las urnasí¢â‚¬Â para volver a contar í¢â‚¬Å“voto por votoí¢â‚¬Â, como pretende. Página/12 consultó a uno de los mayores expertos en derecho electoral que, a condición de hacerlo desde el anonimato, aceptó dilucidar algunas incógnitas que dejaron los polémicos comicios mediterráneos.
– í‚¿Se puede hacer el recuento de votos a pedido de uno de los candidatos?
El código electoral establece que el momento del conteo voto por voto en la mesa es el único en que se puede cuestionar lo que arroja la urna. Y si su fiscal consintió ese recuento en ese momento, es muy difí­cil que pueda hacerse algo luego.
– í‚¿Se abren las urnas ante una impugnación?
No, se trabaja con las actas. Si se denuncian supuestos problemas entre el cierre de la mesa y el escrutinio hay que probarlos. En cualquier caso, no está previsto una apertura generalizada de urnas sino la revisión de cada caso en particular en donde se hayan denunciado irregularidades. Si eso fuera una práctica contemplada ante cada cuestionamiento se producirí­a un manoseo de las urnas que atentarí­a contra la legitimidad del acto.
– í‚¿Qué pasó en Córdoba?
Según trascendió, quedaron expuestas dos situaciones cuanto menos llamativas. En primer lugar se aceptaron actas que tení­an espacios grisados en los que no se puede escribir y que fueron llenados con los nombres de las alianzas que el tribunal electoral habilitó a último momento. El scanner no leí­a esas planillas. Y en segundo lugar, hay diferencias respecto del número de mesas, ya que el tribunal contó unas 150 más. La explicación podrí­a ser que en ciertos municipios hayan habilitado mesas para extranjeros.
– í‚¿Por qué quedaron en evidencia ahora estas irregularidades?
Es posible que algunas desprolijidades lleven años produciéndose en la provincia y recién ahora aparecen por el escaso margen de diferencia de esta elección. Por lo tanto, para establecer qué pasó hay que revisar también todos los antecedentes. Los sistemas electorales se ponen a prueba bajo presión. Otro motivo que contribuyó a darle visibilidad es que fue una elección disociada de la nacional. Los sistemas electorales provinciales son una parodia, y cuando no actúan en simultaneidad con el sistema federal queda expuesta toda su debilidad.
– í‚¿Qué grado de sospecha es necesario para sostener una denuncia?
No hay un parámetro. El sistema se basa en la legitimidad y en la aceptación de los resultados. La irregularidad puede ser muy flagrante pero, si nadie la plantea, la elección es válida y, a su vez, el cuestionamiento puede ser menor pero si algún candidato lo invoca se abre la instancia de revisión.
– í‚¿Qué pasos debe seguir el impugnante?
Presentar su denuncia en el tribunal provincial y agotar la ví­a local hasta llegar a la Corte