Scioli contrató al estadounidense que asesoró a Clinton y a Duhalde

Se trata del consultor demócrata James Carville, autor de la famosa frase «es la economí­a, estúpido».


Clarí­n
8 de Agosto de 2007
Ana Barón WASHINGTON. CORRESPONSAL
abaron@clarin.com
Daniel Scioli lleva una gran ventaja en todos los sondeos de opinión y serí­a muy difí­cil que pierda las próximas elecciones a Gobernador de la provincia de Buenos Aires í‚¿Por qué, entonces, ha contratado a una de las estrellas del marketing polí­tico más caras de Estados Unidos, el demócrata James Carville, para asesorarlo?
Carville se encuentra actualmente de vacaciones en el Mediterráneo con su esposa Mary Matelin, una estratega polí­tica como él pero del partido republicano, y sus dos hijas. No obstante, uno de sus colaboradores confirmó a esta corresponsal que efectivamente Carville ya comenzó a trabajar con Scioli en «los grandes lineamientos de su campaña».
Paralelamente, Clarí­n pudo confirmar también que Carville fue contratado por un importante empresario de Argentina ligado a sus aeropuertos que «cree que Scioli es un polí­tico que tiene futuro». La fuente, que pidió no ser identificada, sugirió que el trabajo de Carville abarcarí­a no sólo su campaña electoral a la Gobernación de Buenos Aires, sino que apuntarí­a a explorar también las posibilidades que tiene Scioli de eventualmente ser candidato a presidente en el 2011.
Mentor del triunfo electoral de Bill Clinton en 1993 con la famosa consigna «es la economí­a, estúpido», Carville es uno de los estrategas polí­ticos y electorales más brillantes y más exitosos de EE.UU.. Trabajó en las campañas electorales de Ernesto Zedillo en México, Fernando Enrique Cardoso en Brasil, Jamil Mahuad en Ecuador, Ehud Barak en Israel.
Se enamoró de la Argentina en 1999 cuando asesoró a Eduardo Duhalde en su campaña electoral contra Fernando de la Rúa. Carville no hablaba español ni conocí­a el juego polí­tico argentino. No obstante, el primer dí­a que aterrizó en Ezeiza, cuando le dieron una encuesta con un cuadro de la situación polí­tica lo primero que dijo fue: «Es Menem, estúpido». Y desde ese momento su consejo fue que habí­a que concentrase en pegarle a Menem y no a de la Rúa. Quienes trabajaron con él, recuerdan que gracias a su asesoramiento Duhalde logró repuntar enormemente en todos los sondeos de opinión.
«Se alojaba siempre en el hotel Alvear», dice el ex embajador de Estados Unidos en la Argentina James Check, quien conocí­a a Carville muy bien desde cuando habí­an trabajado juntos en el equipo de transición de Bill Clinton. «Carville se hizo muy amigo de Duhalde y de Chiche. Se llevaban muy bien. Se iba todo el tiempo a tomar mate con ellos a San Vicente. En muchas ocasiones yo le hací­a de traductor. Carville utiliza mucha jerga del sur de EE.UU. que nadie comprende».
Según Cheek, Carville aceptó trabajar para Duhalde entre otras cosas porque Dick Morris, su eterno rival en EE.UU., estaba trabajando para De la Rúa.
«La competencia era a muerte», dijo Cheek. Pero al final Carville abandonó la campaña duhaldista antes de que termine, porque Duhalde no implementaba los consejos que le daba. Fue reemplazado inmediatamente por el estratega brasileño Duda Mendonca. «Duhalde nunca quiso realmente enfrentarse a Menem como decí­a Carville que habí­a que hacer», explicó Cheek, quien no descartó la posibilidad de que haya habido un pacto entre Menem y Duhalde para que el primero no se presentara a la reelección.
Sea como sea, la experiencia de Carville quedó trunca. «Y no me extraña que haya aceptado trabajar para Scioli. No creo que necesite el dinero, pero realmente le gusta mucho ir a la Argentina», dijo Cheek, quien calcula que Carville debe estar cobrando unos 30.000 dólares por mes (con Duhalde trabajo unos 6 meses) más un porcentaje sobre la publicidad y todos los gastos de las estadí­as y pasajes en primera clase.
Lo que sí­ se sabe es que Greenberg, el especialista en sondeos de opinión que trabajó junto a él, se fue de Argentina muy enojado porque no le pagaron los 100.000 dólares que cobraba. Al final, Carville tuvo que pagárselos de su propio bolsillo.
Consultores importados
Con la mira en octubre, pero también en 2011
Según pudo confirmar Clarí­n, James Carville ya comenzó a trabajar con Daniel Scioli en «los grandes lineamientos de su campaña» para la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Pero su trabajo abarcarí­a no sólo su campaña para las elecciones de octubre sino que apuntarí­a a explorar también las posibilidades que tiene Scioli de eventualmente ser candidato a presidente en el 2011. Carville es uno de los estrategas polí­ticos y electorales más brillantes y más exitosos de los Estados Unidos.
Su rival en Argentina
En la campaña del 99, cuando Carville asesoraba a Duhalde, el americano Dick Morris era consultor de De la Rúa.
Otros extranjeros famosos en el paí­s
Brasileño, de buena relación con De la Sota, fue asesor de Duhalde para el 99. En una elección en San Pablo creó la frase «Maluf lo hizo», que luego usó Menem aquí­.
Jaime Durán Barba
Ecuatoriano, fue una de las «estrellas» de la última elección porteña, en la que trabajó para el ganador, Mauricio Macri. Su fórmula: proponer y no responder agravios de los rivales.
30
mil dólares es lo que estarí­a cobrando Carville por mes por su trabajo de asesoramiento. Más un porcentaje sobre la publicidad y todos los gastos.