El complicado panorama bonaerense

El mismo dí­a que se elige presidente, se elige también, entre otras elecciones, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Estos artí­culos reflejan el complejo laberinto en vistas a los comicios.


Millones de votos bonaerenses esperan un candidato presidencial
José Ignacio Lladós
La Nación
30 de julio 2007

La dispersión de la oposición en la provincia de Buenos Aires no sólo parece de lógica relevancia para la elección distrital. Por la cantidad de votos que movilizará -hay 9.700.000 personas empadronadas-, podrí­a resultar especialmente decisiva en las elecciones presidenciales, y en casi todos los escenarios en favor de Cristina Kirchner.
Más claro: Juan Carlos Blumberg, Francisco de Narváez y Jorge Macri, tres de los principales candidatos opositores, admitieron esta semana que evalúan no acompañar ninguna postulación nacional. Al mismo tiempo, diversas encuestas adjudicaron al oficialista Daniel Scioli entre un 45 y un 50 por ciento de las intenciones de voto.
Así­, si se mantuviera la participación electoral de 2005 (77,38%), el actual vicepresidente obtendrí­a alrededor de 3.750.000 sufragios, que, por el efecto arrastre, se sumarí­an a la candidatura presidencial de la esposa del Presidente. Por estadí­stica, el corte de boleta no suele ser superior al 4 por ciento.
Mientras tanto, los votos de varios de los candidatos opositores -a Blumberg, Narváez y Macri primo podrí­a sumárseles Margarita Stolbizer- no acompañarí­an directamente a ninguno de los adversarios del Gobierno. Si, como auguran algunas encuestas, la intención de voto de los opositores va del 5 al 10% para cada uno, se trata de alrededor de 2.000.000 de sufragios… sin candidato presidencial.
De esta manera, la influencia de la elección bonaerense sobre el escenario nacional obligarí­a a buena parte de la oposición presidencial a remontar los votos obtenidos por Scioli. Podrí­an ser los mencionados 3.750.000 sufragios que las encuestas le auguran al actual vicepresidente.
Dicho caudal es más que el electorado completo de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Rí­o Negro, Neuquén, La Pampa, San Luis, San Juan, La Rioja, Catamarca, Jujuy y Formosa. O sea: el rompecabezas de la oposición bonaerense podrí­a resultar equivalente a todos los votos de 12 provincias. Claramente, el eco de la elección provincial resulta fundamental en cualquier escenario nacional.
El caso Blumberg
«La idea es armar un espacio amplio, pero también puede ser que me lance solo», confió Blumberg la semana pasada. El presidente de la Fundación Axel Blumberg sostiene que cuenta con un 15% de intención de voto, aunque sus rivales le adjudican no más de 10% tras el affaire del tí­tulo falso. En cualquier caso, las especulaciones giran alrededor de unos 750.000 sufragios. í‚¿A qué candidato presidencial reportarán esos votos?
La lectura de los candidatos de la oposición bonaerense es que, sin un candidato presidencial fuerte, pierden más de lo que ganan con el efecto arrastre. Por lo tanto, analizan la posibilidad de competir sólo en elecciones distritales.
Jorge Macri lo explicó así­: «Hay que ver si es necesario tener un candidato presidencial. La pregunta es si hemos construido una alternativa nacional. Yo lo pongo en duda».
Algo similar opina Francisco de Narváez. Está convencido de que una candidatura presidencial poco competitiva puede dañar su postulación a gobernador.
Si bien Narváez, Jorge Macri y Blumberg no desprecian la unidad de la oposición provincial, por ahora se muestran como candidatos rivales. Ninguno, además, tiene el apoyo de un postulante presidencial.
La radical Margarita Stolbizer es otra posible postulante a la gobernación bonaerense sin espejo nacional, aunque parece más cerca de Elisa Carrió.
Jorge Sarghini y Ricardo Alfonsí­n, en cambio, apoyarán la postulación del ex ministro de Economí­a Roberto Lavagna. Narváez también pertenecí­a a este espacio, pero se distanció. Hoy, parece complicado que unos y otros acepten un acercamiento. El candidato a gobernador no pedirá que sus votos ayuden a Lavagna.
Finalmente, Ricardo López Murphy propuso a Jorge Así­s, que en un principio aceptó la invitación, aunque esto depende de gestiones que involucran también a los Macri: Mauricio -jefe de gobierno electo de la ciudad de Buenos Aires- y Jorge.
El corte de boleta
En este escenario, si los candidatos bonaerenses no acompañaran a un presidenciable, obligarí­an a los bonaerenses a cortar boleta masivamente. Por estadí­stica, no más de 350.000 personas lo harí­an, pero en este caso la cantidad de votos en danza es bastante más importante.
Ante tamaña dispersión, el Gobierno apuntó que espera obtener unos 4.000.000 de votos en la provincia de Buenos Aires (más que los que le adjudican los encuestadores). Si los consigue, habrá sumado el electorado de 13 provincias enteras: a las 12 mencionadas habrá que agregarle Salta.
La oposición bonaerense, en definitiva, arma un rompecabezas que, por ahora, atomiza el electorado provincial y no ayuda a los candidatos que pelearán la presidencia con Cristina Kirchner. Hay demasiados votos en el aire.
El escenario bonaerense
Página 12
30 de julio 2007

Las encuestas muestran al vicepresidente Daniel Scioli como favorito en la elección a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Esta semana se lanzó la candidatura del falso ingeniero, Juan Carlos Blumberg. í‚¿Qué efecto puede tener esta carta en la elección? Para Manuel Mora y Araujo, se trata de otro caso de personas í¢â‚¬Å“que se levantan a la mañana y dicen yo soy candidato. Sin ideas precisas, sin plataforma, creyendo que la televisión junta votos. No es así­. El proyecto que se lanza tiene que estar respaldado por una estructura de gente que haga campaña por el candidato en toda la provincia. Ya no hablemos de fiscales, pero personas de carne y hueso que respalden la candidatura. Esa estructura no la tiene nadie, salvo Sciolií¢â‚¬Â. Enrique Zuleta Puceiro coincide, y ve la candidatura del inyenieri como í¢â‚¬Å“una buena muestra de la debilidad de la polí­tica argentina. El peronismo intervino con una candidatura externa como es la de Scioli y eso lo han hecho casi todos. Blumberg es un liderazgo bastante porteño en estilo y discurso. No tiene ninguna chance, en mi opinión, aunque el tema de la seguridad va a tener importancia, porque ese tema y la educación son los considerados prioritarios para la poblacióní¢â‚¬Â. Para Hugo Haime, lo que hay que hacer es í¢â‚¬Å“mirar un poco más la potencial alianza Macri-Lavagna, con Jorge Macri tal vez como candidato. Eso puede producir más votos que la alternativa Blumberg. Habrá que ver qué sucede con Francisco de Narváez, pero el apellido Macri pesa en el segundo y tercer cordón del Gran Buenos Aires. Hay un elemento clave: Scioli va con Cristina, tiene candidato a Presidente. Los otros ni siquiera tienen referencia presidencial. Las boletas de Blumberg, de Jorge Macri, de De Narváez no tienen, al menos por ahora, candidato a presidenteí¢â‚¬Â. A su vez, Analí­a del Franco ve una situación í¢â‚¬Å“muy estable, parecida a la de 2005 o más cómoda todaví­a para el oficialismo porque ni siquiera está Chiche Duhalde. Blumberg tení­a un 17 por ciento y hoy ya no lo tiene. Lo del tí­tulo de ingeniero tal vez no hubiera sido importante para cualquier polí­tico tradicional, pero a él lo complicó mucho porque uno de sus atributos era su carácter inmaculado. No se ve contendiente para Scioli. Tampoco se puede cerrar el análisis, porque ni siquiera está claro el candidato, sobre todo de centroderechaí¢â‚¬Â.