A noventa dí­as

Hoy faltan exactamente tres meses para las elecciones nacionales. La candidatura oficialista aparece sólida, Macri creció en imagen, Blumberg no tracciona y la oposición no encontró cómo cerrarle el paso a la senadora Kirchner.


Página 12
29 de julio 2007

Por Raúl Kollmann
Todos los encuestadores coinciden en tres fenómenos de coyuntura: el crecimiento en imagen polí­tica de Mauricio Macri, la solidez de la candidatura de la senadora Cristina Fernández de Kirchner y el desgaste de la imagen del Gobierno –que no es lo mismo que la del Presidente, en una llamativa disociación–. En un análisis de la situación a exactos tres meses de la elección nacional, los principales encuestadores y consultores coincidieron en que la oposición no encuentra todaví­a cómo cerrarle el camino a la primera dama y en que la flamante candidatura de Juan Carlos Blumberg en la provincia de Buenos Aires no muestra posibilidad de mellar al vicepresidente Daniel Scioli.
Página/12 consultó a Manuel Mora y Araujo, titular de Ipsos-Mora y Araujo; Hugo Haime, de Hugo Haime y Asociados; Rosendo Fraga, del Centro de Estudios para la Nueva Mayorí­a; Analí­a Del Franco, de Analogí­as, y Enrique Zuleta Puceiro, de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM). La primera pregunta es, por supuesto, sobre las posibilidades de Cristina Fernández de Kirchner.
Manuel Mora y Araujo:
–Teóricamente no puede decirse que está definida, pero la probabilidad de que haya un cambio de tendencia es muy baja, bají­sima. La lógica absoluta es que Cristina gane en primera vuelta y que en esa materia no haya cambios. Es por dos razones. La primera: en términos generales, la gente sigue valorando bien al Gobierno. En los últimos meses hay problemas, pérdida de entusiasmo, pero la valoración es alta. Y en segundo lugar, no hay una oposición fuerte, atractiva. Cuando uno tiene un gobierno al que le va razonablemente bien, y al de Kirchner le va más que razonablemente bien, enfrente hay que tener una fuerza que ilusione mucho. Fí­jese el caso de Carlos Menem en 1995: tení­a enfrente una fuerza atractiva como la que encabezaban Bordón y Chacho Alvarez. Aun así­ ganó. Hoy, no hay nada seductor. ¿Por qué la gente va a cambiar el voto?
Enrique Zuleta Puceiro: –La elección está definida. Cristina no tiene chances de perder porque faltan pocos meses. Ella está estabilizada en el 50 por ciento y del otro lado no aparece nada que altere las cosas. El orden, desde el punto de vista de los votos, es Lavagna, Carrió, López Murphy. Lo que dice Carrió sobre que “están a tiro de ballottage”, hasta el momento no es cierto. La cifra mágica es 45 por ciento. Cristina no sólo está por encima de ese porcentaje sino que, además, la distancia sobre los opositores es enorme. Los triplica. Los que tienen alguna chance de crecer son Lavagna y Carrió.
Hugo Haime:
–Hoy, la elección está definida. No se ve posibilidad de que Cristina pierda la elección ni de que haya segunda vuelta. Los números de nuestra encuesta lo exhiben. Tendrí­a que ocurrir algo extraordinario. En el 2005 el Frente para la Victoria sacó un 40 por ciento de los votos, mientras que el PJ consiguió el 12. La mitad de estos últimos hoy apoyan a Cristina. A eso agréguele los radicales K y ya está en 45 por ciento sin hacer nada. El piso de Cristina está en 50 puntos, según mi estimación.
Analí­a Del Franco: –No veo chances de que Cristina pierda. Desde hace seis meses está bastante cristalizado, con un candidato oficialista –pingí¼ino o pingí¼ina, como se decí­a– instalados, ganando en primera vuelta. Lavagna y Carrió, lejos, en un 13 por ciento o algo similar. Lavagna en crecimiento, Carrió estancada. Lo novedoso es que el lanzamiento de Cristina le permitió reforzar su intención de voto, llegando al 50 por ciento. Esto es difí­cil de remontar para cualquier opositor en los escasos 90 dí­as que quedan.
Rosendo Fraga:
–En polí­tica certezas absolutas no hay. Cristina tiene 75 u 80 por ciento de posibilidades de ganar en primera vuelta. También es cierto que si uno ve los cambios que se vieron en estos últimos 90 dí­as, podrí­an pasar cosas no previstas en los próximos 90 dí­as también.
–¿Qué opina sobre una eventual candidatura de Mauricio Macri? ¿Tendrí­a chances de ganarle a la senadora Kirchner?
Hugo Haime: –Macri tendrí­a un caudal de votos mucho más importante que Lavagna, Carrió o López Murphy. Podrí­a ser el Bordón del aí±o 1995. Pero no le veo chances de ganar. No creo que haya cuestionamientos por traición a los porteí±os, pero en la Argentina no sólo basta con tener simpatí­a: se necesita una estructura, fiscales, militantes. En especial en un distrito clave como provincia de Buenos Aires. A esto agrego que no veo una gran vocación de cambio en la gente. Por lo tanto, insisto, no lo percibo con chances de poner en jaque el triunfo de Cristina.
Manuel Mora y Araujo: –Primero, caerí­a mal en grandes sectores de la sociedad. Fue votado por la Ciudad y deberí­a estar hablando todos los dí­as de lo que va a hacer, no de candidaturas presidenciales. Si Macri dijera “voy a ser candidato a presidente”, me parece que va a dividir más todaví­a a la oposición y se armará una enorme guerra entre los propios opositores. Van a discutir muchí­simo, y eso les quitará votos. De todas maneras, Macri es el candidato de oposición mejor ubicado en las encuestas. Pero, ojo, que encima harí­a subir el voto de Cristina. Mucha gente que hoy dice que no va a votar o que piensa que se puede dar el lujo de no votar a Cristina porque no hay peligro, gente que mira la campaí±a desde cierta distancia, se opondrí­a a Macri y se sumarí­a a Cristina. En ese cuadro de situación, aun siendo Macri el mejor candidato opositor, no veo que llegue a evitar el triunfo de Cristina en primera vuelta.
Rosendo Fraga: –Sin Mauricio, a Cristina le es suficiente el 40 por ciento para ganar en primera vuelta. Con Mauricio va a necesitar el 45 por ciento para ganar en primera vuelta, porque Mauricio puede llegar al 30. Es el único candidato que podrí­a, subrayo el podrí­a, aglutinar a la oposición y ponerse en el 30 por ciento.
Enrique Zuleta Puceiro: –No tiene ninguna chance de ganar ni de galvanizar a la oposición. Lavagna no tiene ninguna vocación de articular una alianza de centroderecha y Carrió no aceptarí­a que se le discuta su liderazgo. Ella aceptarí­a que la apoyen, no apoyar a alguien. Macri podrí­a reforzar la candidatura de centroderecha, pero no lo veo más allá del 12 por ciento. Al no existir un liderazgo fuerte, es posible que el voto de derecha se desperdigue entre Lavagna y Carrió y Macri solucionarí­a eso. El proyecto Macri, que pasa por una gestión buena en Capital Federal, es hasta ahora exitoso, respaldado en las urnas. Lo único que resolverí­a su candidatura es la debilidad del centroderecha, que con López Murphy no despega. Hemos testeado a Macri: de entrada, parte del ocho por ciento. Fortaleció muchí­simo su imagen, pero no su intención de voto.
Analí­a Del Franco:
–Macri duplicó su imagen positiva después de ganar en Capital. Es hoy uno de los cuatro dirigentes con más imagen en el paí­s, el Presidente, Cristina, Scioli y él. Eso no se traduce en votos. Lavagna siempre ha tenido altos niveles de imagen y ya se ve que su candidatura, al menos hasta el momento, no despega en sintoní­a con esa imagen. Si hubiera un oficialismo que estuviera por debajo del 50 por ciento de aprobación, si existiera también cierta voluntad de cambio, Macri tendrí­a chances de construir una candidatura presidencial en 90 dí­as. Por ahora la gente quiere una continuidad y esa es la principal razón de voto de Cristina. Por eso creo que lo de Macri serí­a complicado. Desde el lugar de Macri, parte de su éxito proviene de tener una postura consecuente, haber perdido en Capital pero seguir peleándola hasta ganar en esta última elección. Si hay un operativo clamor, tal vez, pero no es así­ hoy. Son algunos dirigentes que quieren poner una cara atractiva.
–¿Qué debe hacer la oposición para enfrentar mejor al oficialismo?
Manuel Mora y Araujo: –Así­ como están hoy, tienen que esperar a 2009. Es una oposición muy trastornada. No hay liderazgos fuertes, no hay proyectos, no hay partidos. No parecen tener destino. Se están peleando entre ellos. Los radicales son un ejemplo de lo que ocurre: se enfrentan en forma durí­sima, con enorme furia. Así­ no hay destino en la oposición.
Enrique Zuleta Puceiro:
–Tiene que maximizar las oportunidades que tienen. Lavagna conseguirá 20 diputados, será el bloque de oposición más consistente y ese es su rumbo durante los próximos cuatro aí±os. Ahí­ está el proyecto polí­tico. Macri tiene que reforzar su proyecto a través de un gobierno muy innovador en la Capital y Carrió tiene que sostener su postura apocalí­ptica, jugando a que la transición entre Néstor Kirchner y Cristina genere materia para una visión apocalí­ptica. El centroderecha tendrá que revisar su camino. Por ahora no aparece un partido, una fuerza que le dé coherencia. Los Blumberg, los Patti no canalizan las corrientes que hay en Salta, en Corrientes, en Mendoza y muchos otros lados. La izquierda está en una graví­sima situación. No hay una sola figura con un discurso de izquierda nacional moderno.
Hugo Haime: –He dicho que Cristina tiene un piso, pero también un techo. En algún momento los que no van a votar al Gobierno optarán por uno o dos candidatos de oposición, no por tres o cuatro. No descarto que los votos de oposición, por ejemplo, en Capital, sirvan para que Lavagna o Carrió o López Murphy le ganen a Cristina en el distrito porteí±o. Igual, tendrí­a que estar este modelo en crisis, para que la gente quiera cambiar. Eso no sucede.
Analí­a Del Franco: –No veo lo que dicen muchos, eso de que se tienen que juntar. Si a 90 dí­as no pudieron unirse, a esta altura parece demasiado precario, una alianza artificial. Tampoco veo que tengan voluntad real, genuina, de juntarse. Es más fácil limar asperezas entre la oposición cuando hay un oficialismo muy en baja. Y esto no está sucediendo. Hay uniones, como la de Lavagna con el radicalismo, pero entonces lo que falta es una alianza opositora competitiva. No existe porque el oficialismo sigue fuerte.
La imagen del Gobierno
Hugo Haime: –Si uno mira bien los números, hay menor consenso hacia el Gobierno y mayor consenso respecto de Kirchner. La gestión es objetada, aunque el dirigente sigue siendo valorado. Tuvimos el problema de la energí­a, la cuestión de los precios, mezclados con las cuestiones de salario. Estuvieron los casos de corrupción, una ministra tuvo que renunciar. Y está el cambio de Néstor Kirchner por Cristina Kirchner. No es que no pasa nada, pasan muchas cosas. Encima, pasó la elección de la Capital Federal. Todo esto se acumula. La gente dice: “Seguimos confiando, pero, ojo, préstenle atención a estas cosas”.
Manuel Mora y Araujo: –Las encuestas de IPSOS no dicen que haya una pérdida significativa de imagen. Se mantiene. Bajó muy poco, y se mantiene la intención de voto. Después de las elecciones es otro cantar. Yo veo problemas complicados que tienen que ser enfrentados: precios, energí­a, tarifas. El Gobierno puede decir que no pasa nada, pero la gente dice que pasa. Estos problemas tienen que ser enfrentados.
Enrique Zuleta Puceiro: –Sí­, hay una baja. Lo que está llegando al lí­mite es el apoyo a la polí­tica económica. El problema es la inflación. Un porcentaje muy alto de la población dice que la inflación es inmanejable. La gente cree que existe un nivel de conflictividad polí­tica que conspira contra el gobierno de la economí­a. No parece una conflictividad gobierno-oposición, sino al interior del propio Gobierno y sus aliados. Por un lado, la violencia que alcanzó la protesta en Santa Cruz; en segundo lugar, las sospechas de amplios sectores de que existe un pacto industrial-sindical y en tercer lugar de que el tiempo electoral puede incentivar desmanejos en el control del gasto. Kirchner ha tenido en estos cuatro aí±os un fuerte apoyo en las clases medias. Muchos de estos apoyos sospechan que un tiempo polí­tico en el que no esté el Presidente comporta riesgos y está por verse la capacidad de Cristina para administrarlos.
Analí­a Del Franco: –Hay un deslizamiento en las opiniones favorables a la gestión del Gobierno. Comparativamente con eso, la figura de Cristina aumentó cinco puntos. En los últimos 30 dí­as la imagen del Gobierno bajó cinco o seis puntos por las dificultades que ya conocemos: precios, energí­a, los casos de denuncias de corrupción. Estamos hablando de niveles altos, mayores del 60 por ciento de aprobación, y el descenso se da en esos marcos. El hecho de que Cristina haya subido demuestra que, por ahora, existe cierto margen de defensa.
Rosendo Fraga: –En los últimos cien dí­as más que un cambio de probabilidad en la elección, hay un cambio en la gobernabilidad del próximo mandato. Cien dí­as atrás la idea era “acá hay 16 aí±os de kirchnerismo”. Hoy la idea es que va a haber un segundo mandato más complicado. Hay algo más profundo que los problemas en la energí­a o los precios. Se ve en la crisis de Santa Cruz, que es polí­tica, en el porcentaje que sacó Macri en Capital, en el triunfo de Fabiana Rí­os en Tierra del Fuego. Son los sectores medios los que están reclamando una agenda diferente. Ya la macroeconomí­a no es suficiente.
El voto negativo
Ninguno de los especialistas prevé un crecimiento del voto ausente, en blanco o anulado en esta elección. “No hay una corriente de voto negativo”, dice Manuel Mora y Araujo, “aunque por supuesto hay gente que no vota, pero serí­a más por indiferencia que por protesta”. Para Enrique Zuleta Puceiro, la razón es el “proceso de innovación que genera una candidata mujer, algo que trae debates, formulaciones y expectativas. El voto en blanco o anulado es una protesta contra el cinismo de los polí­ticos, por eso no creo que esta vez vaya a crecer”. Para Analí­a Del Franco, la única posibilidad de crecimiento del voto en blanco es que crezcan los que no quieren a este gobierno pero no encuentran “un candidato atractivo”.”
El panorama a tres meses
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