í¢â‚¬Å“Es impensable el centroizquierda sin sectores del kirchnerismoí¢â‚¬Â

El socialista Jorge Rivas explica por qué el PS bonaerense se alineó con el Gobierno. Como segundo de la Jefatura de Gabinete, se ocupará de la relación del Ejecutivo con el Parlamento.

11 de Julio de 2007
Por Miguel Jorquera
En la antelasala del despacho del jefe de Gabinete, el dirigente socialista Jorge Rivas ratificó a Página/12 la decisión del PS bonaerense de alinearse con el gobierno nacional y de asumir funciones en el mismo. El ex diputado nacional í¢â‚¬â€œque será el segundo de Alberto Fernández y el encargado de í¢â‚¬Å“mejorar la relación entre el Parlamento y el Ejecutivoí¢â‚¬Âí¢â‚¬â€œ justificó la postura polí­tica en que í¢â‚¬Å“el nuevo sujeto social acompaña a este gobiernoí¢â‚¬Â, que í¢â‚¬Å“las propuestas que surgen no son superadoras del actual proceso de cambiosí¢â‚¬Â y que í¢â‚¬Å“hoy es impensable un frente de centroizquierda sin sectores del kirchnerismoí¢â‚¬Â. Rivas minimizó una posible fractura del PS, que irá dividido a las elecciones nacionales.
í¢â‚¬â€œí‚¿Qué le ha pedido el jefe de Gabinete?
í¢â‚¬â€œTodaví­a no lo hemos charlado minuciosamente, pero dentro de las tareas especí­ficas está el mejoramiento en la relación entre el Congreso y el Ejecutivo.
í¢â‚¬â€œí‚¿Cuál fue la fundamentación del PS bonaerense para avalar la decisión?
í¢â‚¬â€œLo importante es que el PS en esta etapa preserva su identidad. Por otro lado, el Gobierno le asigna un lugar de relevancia en su estructura, que trasciende el acuerdo polí­tico. Esta etapa no es de la semana pasada, hubo señales previas, como la incorporación de Ariel Basteiro en la dirección de Aerolí­neas Argentinas. El PS comparte en lí­neas generales la orientación del Gobierno y percibe un retroceso, en donde lo que avanza no son polí­ticas superadoras del proceso de cambio, que lo ameseta o lo retrocede. Nosotros apostamos a la profundización de los cambios.
í¢â‚¬â€œUstedes se opusieron a la designación de Héctor Polino en la Secretarí­a de Medio Ambiente y ahora Basteiro y usted asumen funciones en el Gobierno. í‚¿Qué ha cambiado?
í¢â‚¬â€œNosotros no nos opusimos. Dijimos que í­bamos a respetar la decisión que tomara Polino y así­ lo hicimos. Nuestras declaraciones de esa época corroboran lo que estoy diciendo.
í¢â‚¬â€œLa decisión no es compartida por todo el PS, de hecho un sector respaldará la candidatura presidencial de Elisa Carrió y ustedes acompañarán a Cristina Kirchner. í‚¿Esto puede fracturar al partido?
í¢â‚¬â€œNo. La fractura del PS podrí­a ser la consecuencia de no haber sabido resolver una candidatura propia o de no aceptar que existen tantas realidades polí­ticas como distritos, y que esto no se resuelve por decreto de una organización partidaria. La polí­tica de alianzas no se hace con perversidad, sino buscando las mejores condiciones de desarrollo del PS en cada distrito. Aunque a esta altura existen dos posiciones cristalizadas, aceptadas por nosotros, como lo vimos en la Ciudad de Buenos Aires, donde algunos apoyaron a Filmus-Heller y otros a Telerman. Debemos ser razonables y sensatos, relativizar las diferencias y no sobreactuarlas, además de establecer mecanismos de tolerancia para evitar la ruptura.
í¢â‚¬â€œUsted insiste en la conformación de un frente de centroizquierda. í‚¿Este se tiene que armar desde el kirchnerismo?
í¢â‚¬â€œEs innegable que la construcción en serio de un frente para realizar trasformaciones y con vocación de poder no es posible sin la participación de expresiones del kirchnerismo. Yo preguntarí­a í‚¿quiénes son los otros actores? No los hay. La realidad no se inventa, y en ella nos toca actuar y gravitar para promover los cambios.
í¢â‚¬â€œLas denuncias contra dos funcionarias de este gobierno, Felisa Miceli y Romina Picolotti, hacen que no parezca el mejor momento para asumir funciones.
í¢â‚¬â€œNo es el mejor momento. A la vez, esto es una demostración clara de que el paso que hemos tomado no es oportunista ni especulativo. Los cambios que se produjeron en la conformación de la Corte, y su autonomí­a, facilitan los mecanismos para una investigación judicial confiable. Hasta no hace mucho tiempo, una tropelí­a que hubiese cometido algún funcionario casi con seguridad terminaba impune, con funcionarios judiciales cómplices. Hoy hay un clima polí­tico y social sensible a episodios de corrupción que no son soportados. La gente quiere que se sancione al que se comporta irregularmente o al que comete un delito.